Después del escándalo que desató hace unos días en la Copa Hopman de Perth el atuendo “demasiado sexy” de la francesa Alizé Cornet, el Abierto de Australia decidió tomar medidas y multará hasta con 1,000 euros a las tenistas que salgan a jugar con una indumentaria “excesivamente atrevida”.
El vestuario femenino se ha reducido en los últimos años, lo que ha
suscitado el debate sobre hasta qué punto distrae a los espectadores
masculinos. Algunos creen que el caso Alizé es la gota que derramó el
vaso, la prueba final de que las canchas se han convertido en una
pasarela, lo que perjudica notablemente el juego.
La francesa lució en Perth una falda muy corta y un top blanco traslúcido. Parte de la prensa consideró que enseñaba demasiado.
Original post by Edy