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La gran tentación: el petróleo de México

September 15th, 2008 Posted in impuestos, privatizaciones No Comments »

Andrés Manuel López Obrador
La Jornada
15 de septiembre de 2008

Andrés Manuel López Obrador, en imagen reciente. Foto: Carlos Ramos M.

A partir de hoy, Grijalbo pondrá a la venta el nuevo libro de Andrés Manuel López Obrador, La gran tentación: el petróleo de México. El texto que presentamos a continuación, por cortesía del sello editorial que lo publica, fue tomado del capítulo “La política irresponsable”.

Los gobiernos neoliberales le han confiscado a Pemex todos sus ingresos. Tan sólo de 2000 a la fecha, mientras esta empresa ha registrado ventas acumuladas por 6 billones 442 mil millones de pesos, ha pagado y enterado impuestos por 4 billones 467 mil millones de pesos, cifra que significa 75.8 por ciento de sus ventas. En contraste, en este mismo periodo la inversión pública directa en Pemex (sin incluir deuda) fue de 162 mil millones de pesos, cifra que representa apenas 2.5 por ciento de sus ventas totales.

Los ingresos obtenidos por petróleo han sido utilizados para financiar el presupuesto público, al grado que de cada peso del presupuesto, cuarenta centavos provienen del petróleo. Esta política fiscal que sangra a Pemex, ha sido utilizada para compensar el déficit que registra la recaudación, debido a que en nuestro país las grandes empresas prácticamente no pagan impuestos.

Por ejemplo, en 2007 Pemex tuvo ventas por un billón 134 mil 980 millones de pesos y sus aportaciones a las finanzas públicas fueron de 846 mil 200 millones de pesos, es decir, 74.6 por ciento de sus ventas. Mientras, en ese mismo año, según cifras de la Bolsa Mexicana de Valores, nueve grandes empresas registraron ventas por 1 billón 209 mil 316 millones de pesos y pagaron impuestos por 51 mil 325 millones: cinco por ciento de sus ventas. O sea, Pemex aportó dieciséis veces más. Habría que agregar que estas empresas presentaron impuestos diferidos en sus balances por 106 mil 296 millones de pesos; es decir, obtuvieron créditos fiscales por el doble de lo que pagaron de impuestos. Además, no sabemos cuánto al final terminaron pagando porque suele pasar que se beneficien con la devolución de impuestos.

La gran corrupción que se da entre las cúpulas del poder económico y del poder político en México, puede describirse señalando que un trabajador, un integrante de la clase media o un pequeño o mediano comerciante o empresario, están obligados a pagar de 15 a 28 por ciento de impuesto sobre la renta (ISR); sin embargo, los grandes monopolios vinculados al poder, por los privilegios que se les otorgan, reducen al mínimo el pago de impuestos y, en algunos casos, no pagan nada.

Las reformas fiscales realizadas desde el gobierno de Fox y hasta la fecha han agravado este problema. Así lo confirma el reciente informe de la Auditoría Superior de la Federación. Según este organismo, en 2005 “se detectaron cincuenta grandes contribuyentes cuyos pagos individuales de impuestos sobre la renta, deducidas las devoluciones, fueron menores a 74 pesos”. Así mismo, se asegura que “las devoluciones efectuadas en el periodo 2001-2005, alcanzaron la cantidad de 604 mil 300 millones de pesos. Por ello se genera una situación de privilegio para unos cuantos contribuyentes que contraviene el principio de equidad fiscal”. Esta situación ha continuado, y durante el primer semestre de 2008, las devoluciones de impuestos efectuadas ascendieron a 93 mil 613 millones de pesos.

Por último, habría que agregar que a los gobiernos panistas les ha tocado la época de precios más altos del petróleo en toda la historia del mundo. Fox recibió durante su sexenio recursos presupuestales del petróleo del orden de 335 mil millones de dólares y tan sólo de excedentes por los precios altos, obtuvo 10 mil millones de dólares por año en el trienio de 2004 a 2006. Y la desgracia fue y sigue siendo, que todo ese dinero, en vez de destinarse a modernizar a Pemex, a promover el desarrollo de México y a garantizar el bienestar del pueblo, se derrochó en beneficio de la alta burocracia o se fue por el caño de la corrupción.

Así mismo, en 2007, el gobierno de facto recibió 12 mil millones de dólares de excedentes por precios altos del petróleo de exportación, y en 2008, serán 20 mil millones más. Tengamos en cuenta que la Cámara de Diputados fijó en la Ley de Ingresos de la Federación un precio estimado por barril de 49 dólares y se ha vendido a 100 dólares en promedio. Desde 1901 que comenzó la explotación petrolera en México hasta nuestros días, ningún presidente de la República había obtenido tanto dinero por concepto del petróleo, como el que está recibiendo en este año el usurpador Felipe Calderón. Sin embargo, todos estos recursos, al igual que cuando Fox, se han utilizado para subsidiar fiscalmente a sus aliados de las grandes corporaciones empresariales, se han dilapidado con la corrupción o se han orientado para mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos. Baste subrayar que el gobierno de facto no ha hecho nada para reducir su enorme gasto burocrático. Por el contrario, en 2007, lo aumentó en 154 mil millones de pesos. Y hasta ahora su gasto corriente en 2008 se proyecta en 250 mil millones más. Es decir, en sólo dos años sumará 404 mil millones de pesos. En suma: ineptitud, corrupción y derroche a manos llenas.

La gangrena de la corrupción

Todo el desastre en el sector energético nacional ha sido alimentado por la corrupción que predomina en el gobierno, en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad. Este es el mal que más aqueja a Pemex y atormenta a la nación. Aunque son inagotables los casos de corrupción, aquí sólo trataré de manera puntual algunos de los más actuales que considero relevantes.

El primer contrato de servicios múltiples que se otorgó, violando la Constitución, a una empresa extranjera, se suscribió cuando Felipe Calderón fue secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex. El 14 de noviembre de 2003, sin que hubiera participado en la licitación ninguna otra empresa, se entregó a Repsol de España un contrato por 2 mil 437 millones de dólares, para explotar yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos.

Este contrato de servicios múltiples, celebrado con Repsol, en su anexo “Catálogo de Precios Máximos” muestra cómo se integran los costos de los servicios contratados y sus elevadísimos sobreprecios: para la adquisición de infraestructura se paga 120 por ciento adicional del costo directo; y en el caso de los servicios de mantenimiento, hasta 320 por ciento sobre el costo directo diario. Además, el precio unitario original se aplica independientemente de que la empresa contratista utilice materiales nuevos o usados; es el contratista quien tiene la “responsabilidad absoluta” de inspeccionar, probar y certificar todos los materiales, y por si fuese poco, se incluyen cargos adicionales no previstos como tasas y tarifas de importación, impuestos laborales, impuestos por adquisición de inmuebles y permisos, licencias y registros públicos.

Pero lo peor es que estos contratos han resultado benéficos sólo para las empresas extranjeras, pero improductivos y perjudiciales para el interés nacional. Por estos contratos leoninos que han sido otorgados a Repsol, Tecpetrol, Petrobras, Teikoku, Schlumberger y Halliburton, entre otras, Pemex convino pagar más de 5 mil millones de dólares, con la justificación de que la producción de gas iba a aumentar en 50 por ciento en la Cuenca de Burgos, lo que hubiera significado 500 millones de pies cúbicos diarios. Sin embargo, en cinco años las empresas aumentaron la producción sólo en 63 millones de pies cúbicos, pasando de 126 millones, que era la producción que Pemex obtenía al entregar los campos, a 189 millones de pies cúbicos; es decir, el incremento equivale a cuatro por ciento de la producción estimada en Burgos. Es más, en el mismo periodo, Pemex aumentó la producción en los campos operados por la paraestatal, de mil a mil 347 millones de pies cúbicos. En suma, los contratos de servicios múltiples elevaron muy marginalmente la producción a costos muy elevados: han sido un fracaso.

Inversiones inútiles

Para la reconfiguración de la refinería de Cadereyta se contrató en 1997 a Sunkion Limited, Siemmens e ICA. La obra debió terminarse en julio de 2000, pero tardó más del doble del plazo pactado. Se entregaron los trabajos inconclusos, con irregularidades y los precios unitarios se pagaron muy por encima de lo contratado. En noviembre de 2001, la auditoría cuantificó pérdidas, hasta ese entonces, por más de mil millones de dólares. Pemex, que había renunciado a la jurisdicción nacional, fue demandado por el consorcio en tribunales internacionales. Ante la falta de una defensa adecuada, fue obligado a pagar 630 millones de dólares adicionales. A ningún funcionario se le fincó responsabilidad alguna ni mucho menos sanción hasta el día de hoy. Se generó un daño patrimonial de cuando menos mil 630 millones de dólares.

Los contratos con empresas extranjeras en Chicontepec, Veracruz, también demuestran, cuando menos, lo absurdo de la política privatizadora. En esta zona, con amplias reservas de petróleo, pero cuya extracción supone gran dificultad técnica, entre 2004 y 2007 se incrementó la inversión de dos mil 905 millones a cuatro mil 871 millones, cerca de 70 por ciento. Las fechas coinciden con la contratación de las empresas Schlumberger y Halliburton para la perforación de 300 pozos. Sin embargo, en ese periodo la producción pasó de 25 mil 223 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (pce) a 26 mil 625 millones de barriles diarios , es decir, únicamente se incrementó seis por ciento. En suma, Burgos y Chicontepec resultaron un magnifico negocio para los contratistas pero un pésimo negocio para la nación.

En 2007, la empresa noruega PetroMena, poseedora de plataformas de perforación para aguas profundas, rentó durante cinco años tres plataformas: la más grande para 3 mil metros de profundidad a Petrobras America Inc., en 750 millones de dólares. La de capacidad media, para 2 mil 500 metros de profundidad, a Petrobras Brasil, en 645 millones de dólares. Y la de menor capacidad, para 2 mil metros de profundidad, a Pemex a un costo de 940 millones de dólares. En pocas palabras, Pemex rentó la plataforma más pequeña 300 millones de dólares más cara.

[…] Después de este rosario de hechos fraudulentos, queda claro que detrás del actual afán privatizador de la derecha, está la ambición del mismo grupo que ha venido haciendo negocios privados al amparo del poder público y a costa del patrimonio nacional. Más allá de consideraciones técnicas, financieras o administrativas, la intención de privatizar Pemex se basa en el interés de las minorías rapaces y de funcionarios corruptos que quieren seguir montados en el negocio del petróleo.

En síntesis, es un hecho innegable que durante la época del pillaje neoliberal, han tratado de destruir a la industria petrolera nacional. Es cuando más ha padecido de intervencionismo y la han saqueado a mansalva, como a ninguna otra empresa en el mundo. Y sin embargo, sigue siendo imprescindible defenderla ante la actual embestida que busca aniquilarla por completo, porque de la salvación de esta industria depende, en mucho, el destino del país y de nuestro pueblo.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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La gran tentación: el petróleo de México

September 15th, 2008 Posted in impuestos, privatizaciones No Comments »

Andrés Manuel López Obrador
La Jornada
15 de septiembre de 2008

Andrés Manuel López Obrador, en imagen reciente. Foto: Carlos Ramos M.

A partir de hoy, Grijalbo pondrá a la venta el nuevo libro de Andrés Manuel López Obrador, La gran tentación: el petróleo de México. El texto que presentamos a continuación, por cortesía del sello editorial que lo publica, fue tomado del capítulo “La política irresponsable”.

Los gobiernos neoliberales le han confiscado a Pemex todos sus ingresos. Tan sólo de 2000 a la fecha, mientras esta empresa ha registrado ventas acumuladas por 6 billones 442 mil millones de pesos, ha pagado y enterado impuestos por 4 billones 467 mil millones de pesos, cifra que significa 75.8 por ciento de sus ventas. En contraste, en este mismo periodo la inversión pública directa en Pemex (sin incluir deuda) fue de 162 mil millones de pesos, cifra que representa apenas 2.5 por ciento de sus ventas totales.

Los ingresos obtenidos por petróleo han sido utilizados para financiar el presupuesto público, al grado que de cada peso del presupuesto, cuarenta centavos provienen del petróleo. Esta política fiscal que sangra a Pemex, ha sido utilizada para compensar el déficit que registra la recaudación, debido a que en nuestro país las grandes empresas prácticamente no pagan impuestos.

Por ejemplo, en 2007 Pemex tuvo ventas por un billón 134 mil 980 millones de pesos y sus aportaciones a las finanzas públicas fueron de 846 mil 200 millones de pesos, es decir, 74.6 por ciento de sus ventas. Mientras, en ese mismo año, según cifras de la Bolsa Mexicana de Valores, nueve grandes empresas registraron ventas por 1 billón 209 mil 316 millones de pesos y pagaron impuestos por 51 mil 325 millones: cinco por ciento de sus ventas. O sea, Pemex aportó dieciséis veces más. Habría que agregar que estas empresas presentaron impuestos diferidos en sus balances por 106 mil 296 millones de pesos; es decir, obtuvieron créditos fiscales por el doble de lo que pagaron de impuestos. Además, no sabemos cuánto al final terminaron pagando porque suele pasar que se beneficien con la devolución de impuestos.

La gran corrupción que se da entre las cúpulas del poder económico y del poder político en México, puede describirse señalando que un trabajador, un integrante de la clase media o un pequeño o mediano comerciante o empresario, están obligados a pagar de 15 a 28 por ciento de impuesto sobre la renta (ISR); sin embargo, los grandes monopolios vinculados al poder, por los privilegios que se les otorgan, reducen al mínimo el pago de impuestos y, en algunos casos, no pagan nada.

Las reformas fiscales realizadas desde el gobierno de Fox y hasta la fecha han agravado este problema. Así lo confirma el reciente informe de la Auditoría Superior de la Federación. Según este organismo, en 2005 “se detectaron cincuenta grandes contribuyentes cuyos pagos individuales de impuestos sobre la renta, deducidas las devoluciones, fueron menores a 74 pesos”. Así mismo, se asegura que “las devoluciones efectuadas en el periodo 2001-2005, alcanzaron la cantidad de 604 mil 300 millones de pesos. Por ello se genera una situación de privilegio para unos cuantos contribuyentes que contraviene el principio de equidad fiscal”. Esta situación ha continuado, y durante el primer semestre de 2008, las devoluciones de impuestos efectuadas ascendieron a 93 mil 613 millones de pesos.

Por último, habría que agregar que a los gobiernos panistas les ha tocado la época de precios más altos del petróleo en toda la historia del mundo. Fox recibió durante su sexenio recursos presupuestales del petróleo del orden de 335 mil millones de dólares y tan sólo de excedentes por los precios altos, obtuvo 10 mil millones de dólares por año en el trienio de 2004 a 2006. Y la desgracia fue y sigue siendo, que todo ese dinero, en vez de destinarse a modernizar a Pemex, a promover el desarrollo de México y a garantizar el bienestar del pueblo, se derrochó en beneficio de la alta burocracia o se fue por el caño de la corrupción.

Así mismo, en 2007, el gobierno de facto recibió 12 mil millones de dólares de excedentes por precios altos del petróleo de exportación, y en 2008, serán 20 mil millones más. Tengamos en cuenta que la Cámara de Diputados fijó en la Ley de Ingresos de la Federación un precio estimado por barril de 49 dólares y se ha vendido a 100 dólares en promedio. Desde 1901 que comenzó la explotación petrolera en México hasta nuestros días, ningún presidente de la República había obtenido tanto dinero por concepto del petróleo, como el que está recibiendo en este año el usurpador Felipe Calderón. Sin embargo, todos estos recursos, al igual que cuando Fox, se han utilizado para subsidiar fiscalmente a sus aliados de las grandes corporaciones empresariales, se han dilapidado con la corrupción o se han orientado para mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos. Baste subrayar que el gobierno de facto no ha hecho nada para reducir su enorme gasto burocrático. Por el contrario, en 2007, lo aumentó en 154 mil millones de pesos. Y hasta ahora su gasto corriente en 2008 se proyecta en 250 mil millones más. Es decir, en sólo dos años sumará 404 mil millones de pesos. En suma: ineptitud, corrupción y derroche a manos llenas.

La gangrena de la corrupción

Todo el desastre en el sector energético nacional ha sido alimentado por la corrupción que predomina en el gobierno, en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad. Este es el mal que más aqueja a Pemex y atormenta a la nación. Aunque son inagotables los casos de corrupción, aquí sólo trataré de manera puntual algunos de los más actuales que considero relevantes.

El primer contrato de servicios múltiples que se otorgó, violando la Constitución, a una empresa extranjera, se suscribió cuando Felipe Calderón fue secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex. El 14 de noviembre de 2003, sin que hubiera participado en la licitación ninguna otra empresa, se entregó a Repsol de España un contrato por 2 mil 437 millones de dólares, para explotar yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos.

Este contrato de servicios múltiples, celebrado con Repsol, en su anexo “Catálogo de Precios Máximos” muestra cómo se integran los costos de los servicios contratados y sus elevadísimos sobreprecios: para la adquisición de infraestructura se paga 120 por ciento adicional del costo directo; y en el caso de los servicios de mantenimiento, hasta 320 por ciento sobre el costo directo diario. Además, el precio unitario original se aplica independientemente de que la empresa contratista utilice materiales nuevos o usados; es el contratista quien tiene la “responsabilidad absoluta” de inspeccionar, probar y certificar todos los materiales, y por si fuese poco, se incluyen cargos adicionales no previstos como tasas y tarifas de importación, impuestos laborales, impuestos por adquisición de inmuebles y permisos, licencias y registros públicos.

Pero lo peor es que estos contratos han resultado benéficos sólo para las empresas extranjeras, pero improductivos y perjudiciales para el interés nacional. Por estos contratos leoninos que han sido otorgados a Repsol, Tecpetrol, Petrobras, Teikoku, Schlumberger y Halliburton, entre otras, Pemex convino pagar más de 5 mil millones de dólares, con la justificación de que la producción de gas iba a aumentar en 50 por ciento en la Cuenca de Burgos, lo que hubiera significado 500 millones de pies cúbicos diarios. Sin embargo, en cinco años las empresas aumentaron la producción sólo en 63 millones de pies cúbicos, pasando de 126 millones, que era la producción que Pemex obtenía al entregar los campos, a 189 millones de pies cúbicos; es decir, el incremento equivale a cuatro por ciento de la producción estimada en Burgos. Es más, en el mismo periodo, Pemex aumentó la producción en los campos operados por la paraestatal, de mil a mil 347 millones de pies cúbicos. En suma, los contratos de servicios múltiples elevaron muy marginalmente la producción a costos muy elevados: han sido un fracaso.

Inversiones inútiles

Para la reconfiguración de la refinería de Cadereyta se contrató en 1997 a Sunkion Limited, Siemmens e ICA. La obra debió terminarse en julio de 2000, pero tardó más del doble del plazo pactado. Se entregaron los trabajos inconclusos, con irregularidades y los precios unitarios se pagaron muy por encima de lo contratado. En noviembre de 2001, la auditoría cuantificó pérdidas, hasta ese entonces, por más de mil millones de dólares. Pemex, que había renunciado a la jurisdicción nacional, fue demandado por el consorcio en tribunales internacionales. Ante la falta de una defensa adecuada, fue obligado a pagar 630 millones de dólares adicionales. A ningún funcionario se le fincó responsabilidad alguna ni mucho menos sanción hasta el día de hoy. Se generó un daño patrimonial de cuando menos mil 630 millones de dólares.

Los contratos con empresas extranjeras en Chicontepec, Veracruz, también demuestran, cuando menos, lo absurdo de la política privatizadora. En esta zona, con amplias reservas de petróleo, pero cuya extracción supone gran dificultad técnica, entre 2004 y 2007 se incrementó la inversión de dos mil 905 millones a cuatro mil 871 millones, cerca de 70 por ciento. Las fechas coinciden con la contratación de las empresas Schlumberger y Halliburton para la perforación de 300 pozos. Sin embargo, en ese periodo la producción pasó de 25 mil 223 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (pce) a 26 mil 625 millones de barriles diarios , es decir, únicamente se incrementó seis por ciento. En suma, Burgos y Chicontepec resultaron un magnifico negocio para los contratistas pero un pésimo negocio para la nación.

En 2007, la empresa noruega PetroMena, poseedora de plataformas de perforación para aguas profundas, rentó durante cinco años tres plataformas: la más grande para 3 mil metros de profundidad a Petrobras America Inc., en 750 millones de dólares. La de capacidad media, para 2 mil 500 metros de profundidad, a Petrobras Brasil, en 645 millones de dólares. Y la de menor capacidad, para 2 mil metros de profundidad, a Pemex a un costo de 940 millones de dólares. En pocas palabras, Pemex rentó la plataforma más pequeña 300 millones de dólares más cara.

[…] Después de este rosario de hechos fraudulentos, queda claro que detrás del actual afán privatizador de la derecha, está la ambición del mismo grupo que ha venido haciendo negocios privados al amparo del poder público y a costa del patrimonio nacional. Más allá de consideraciones técnicas, financieras o administrativas, la intención de privatizar Pemex se basa en el interés de las minorías rapaces y de funcionarios corruptos que quieren seguir montados en el negocio del petróleo.

En síntesis, es un hecho innegable que durante la época del pillaje neoliberal, han tratado de destruir a la industria petrolera nacional. Es cuando más ha padecido de intervencionismo y la han saqueado a mansalva, como a ninguna otra empresa en el mundo. Y sin embargo, sigue siendo imprescindible defenderla ante la actual embestida que busca aniquilarla por completo, porque de la salvación de esta industria depende, en mucho, el destino del país y de nuestro pueblo.

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El impuesto es la base de la fortuna

December 5th, 2007 Posted in economia, impuestos, pobreza No Comments »

Roberto Bissio*
Red del Tercer Mundo
19 de noviembre de 2007

Los recaudadores de impuestos no tienen buena fama. La Biblia los considera iguales o peores que las prostitutas, aunque Jesús afirma que unas y otros entrarán al cielo antes que muchos hipócritas (ver Mateo 21:31).

La clave para la prosperidad, a juicio de la ortodoxia económica y la prédica de las instituciones financieras internacionales, estaría en reducir a un mínimo el “peso del Estado”, o sea bajar la recaudación impositiva, que viene a ser lo mismo. En los últimos años la promesa de bajar impuestos ha estado en boca de muchos políticos y estadistas y la puesta a dieta de los gobiernos ha sido recomendada con una insistencia digna del Dr. Cormillot, prometiendo los mismos resultados de agilidad y buena salud.

Grande ha sido la sorpresa, entonces, cuando hace pocos días en París la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) divulgó estadísticas actualizadas mostrando que en el promedio de los países más ricos del mundo los impuestos han subido de menos de treinta centavos por cada dólar en 1975 a más de treinta y seis centavos en la actualidad. Después de una ligera baja entre 2001 y 2004, el peso de los impuestos en los treinta países estudiados volvió a ser en 2005 igual al que había sido en 2000, antes de la subida de la marea “neoconservadora” encabezada por el presidente George W. Bush, quien hizo de la baja de impuestos su principal caballo de batalla político, junto a la guerra contra el terrorismo.

La noticia de que en realidad el porcentaje del Estado en la economía está subiendo y no bajando provocó muchos comentarios de prensa, ya que se contradice con los discursos oficiales y las promesas de tantos gobernantes de bajar impuestos. Cristopher Heady, jefe de política fiscal de la OCDE, intentó explicar cómo es posible que el total de la recaudación fiscal suba, aun cuando muchos países efectivamente han bajado sus tasas impositivas. La paradoja se debe, dijo, a que los países desarrollados tienen impuestos “progresivos” según los cuales pagan más quienes más tienen. Así, debido a que el crecimiento económico reciente ha concentrado ingresos en el tope de la pirámide, o sea que ganaron más quienes más contribuyen, la recaudación aumentó aunque el porcentaje de lo que los ciudadanos pagan haya bajado ligeramente. En otras palabras, si los beneficios del crecimiento económico se hubieran distribuido más equitativamente y los salarios hubieran subido en la misma proporción que las ganancias de las empresas, la recaudación fiscal no hubiera crecido en porcentaje, ya que los trabajadores pagan menos que las corporaciones. O sea que, mientras en teoría la baja de los impuestos iba a producir mayor crecimiento, en la práctica resultó ser que el crecimiento económico, al estar injustamente repartido, produjo mayor recaudación de impuestos.

Cuando los números se analizan país por país, las estadísticas revelan otras sorpresas más. Si fuera cierto que la prosperidad viene de la mano de un Estado con menos “peso” (o sea menor porcentaje de impuestos en el total del PIB), el país con mayor dinamismo debería ser Grecia, que tiene la menor carga impositiva entre los miembros europeos de la OCDE, con apenas veintisiete por ciento. Sin embargo, Grecia está entre los peores del grupo en términos de pobreza y estancamiento crónicos, mientras que uno de los países con mejores indicadores económicos y sociales del mundo es Suecia, donde el Estado recauda cincuenta centavos sobre cada dólar (o más bien corona) de actividad económica, el mayor valor entre los países estudiados. En los países en desarrollo, mientras tanto, los impuestos rara vez llegan a veinte centavos.

En Italia los impuestos eran un cuarto del PIB en 1975 y crecieron a cuarenta y tres por ciento el año pasado. En España, el país de mayor crecimiento de la carga impositiva, ésta se duplicó en ese periodo para llegar a treinta y siete por ciento. Francia, que tenía hace treinta años el peso fiscal que España tiene hoy, siguió subiendo hasta llegar a cuarenta y cinco por ciento. Mientras que en Alemania, Austria y Canadá el peso del Estado se ha alterado poco y Holanda es el único país de los estudiados en el que se ha reducido, Grecia, Corea del Sur, Portugal y Turquía han tenido gran crecimiento en su carga fiscal. O sea que los países que hace treinta años eran pobres y hoy se han “desarrollado” han duplicado su carga fiscal en ese período, mientras que los que ya eran ricos hace treinta años han tenido poca variación, pero también hacia arriba. ¡Todo lo contrario de la doctrina de bajar impuestos para crecer!

El caso de Suecia, con altos impuestos y buen crecimiento económico, demuestra, a juicio de Heady, que “mucho depende de cómo se gasta el dinero”. Los gobiernos, agregó, “pueden gastar dinero en muchas cosas distintas. Pueden hacerlo de maneras que estimulen el crecimiento económico y mejoren la infraestructura, pero también hay muchas maneras obvias de gastarlo que no promueven crecimiento”.

Estados Unidos, con veintiocho por ciento de carga impositiva sobre el PIB, está entre los menos onerosos para los contribuyentes, pero también es el país de la OCDE con mayor mortalidad materna e infantil. Un Estado tan “barato” no puede brindar servicios y más de cincuenta millones de estadounidenses (uno de cada siete habitantes) carece totalmente de seguro de salud.

Otra tendencia observada en el estudio es la de un ligero crecimiento en los últimos años de los impuestos al consumo, como el impuesto al valor agregado (IVA), frente a los impuestos a la renta o a las propiedades. Sin embargo este desplazamiento, medido a lo largo de cuarenta años, es mínimo si se considera el total de los impuestos que afectan directamente al consumo. Si bien el IVA ha aumentado notoriamente en todas partes, este incremento ha sido para compensar la menor recaudación de otros impuestos al consumo, como las tarifas aduaneras sobre productos importados, que han debido bajar como consecuencia de la liberalización del comercio internacional.

Los expertos fiscales de la OCDE sostienen que habría que gravar aún más el consumo y menos a las propiedades o a las ganancias de las empresas, para así estimular la inversión y el crecimiento.

Sin embargo, esta proposición teórica –que los empresarios apoyan con entusiasmo, obviamente– tampoco es corroborada por las estadísticas de la OCDE. Estados Unidos ha tenido buen ritmo de crecimiento económico en los últimos veinticinco años y, sin embargo, tiene muy pocos impuestos al consumo –no hay IVA, por ejemplo– y los ingresos de los distintos niveles de gobierno (federal, estatal, municipal) dependen de impuestos a las propiedades y a los ingresos en mayor medida que los países europeos.

El peso de los Estados
Ingresos fiscales en % del PIB (2006)

Suecia 50,1
Bélgica 44,8
Francia 44,5
Noruega 43,6
Italia 42,7
Austria 41,9
Reino Unido 37,4
España 36,7
Alemania 35,7
Portugal 35,4
Irlanda 31,7
Suiza 30,1
Estados Unidos 28,2
Grecia 27,4
México 20

Fuente: OCDE

* Roberto Bissio es director ejecutivo del Instituto del Tercer Mundo. Este artículo fue publicado el 15 de noviembre de 2007 en Agenda Global, un suplemento semanal que circula los jueves con el periódico La Diaria, de Montevideo, Uruguay. www.ladiaria.com.uy

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Aprueban IETU y gasolinazo sin PRD

September 14th, 2007 Posted in impuestos, reforma fiscal No Comments »

Yvonne Reyes Campos
Rumbo de México
14 de septiembre de 2007

* Legisladores establecen una tasa inicial del 16.5% para el nuevo impuesto
* Pemex dejará de pagar a Hacienda cerca de 30 mmdp el próximo año

Los diputados aprobaron ayer el paquete de iniciativas de la reforma fiscal, entre las que destaca el aumento a los combustibles (gasolina, diesel y gas LP), la Ley Federal de Derechos en Materia de Hidrocarburos, mediante la cual se modifica el régimen fiscal de Pemex, que permitirá a la paraestatal dejar de pagar a la Hacienda Pública alrededor de 30 mil millones de pesos el próximo año, cifra que se incrementará hasta los 54 mil millones de pesos hasta el año 2012.

Así, la gasolina Magna tendrá un incremento de 2 centavos; la Premium 2.44; y el diesel 1.66 centavos, a partir del primero de enero de 2008.

Con el voto en contra de los legisladores del Frente Amplio Progresista, la Cámara de Diputados aprobó ayer por la noche el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU), con un porcentaje inicial de 16.5 por ciento para llegar a 17.5 por ciento en 2010.Este gravamen arrojará para el próximo año recursos extras por 100 mil millones de pesos.

Con una tibia protesta y una serie de pancartas que sacaron a relucir, los legisladores del Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) pretendieron impedir que se gravaran los energéticos, no obstante que fueron azuzados por la diputada campechana, Layda Sansores, de Convergencia, quien prácticamente secuestró la tribuna de la Cámara de Diputados para tratar de impedir el debate, pero no lo consiguió porque sus compañeros la ignoraron.

Con este impuesto aprobado por el PAN, PRI, PVEM y Nueva Alianza se pretende recaudar 22 mil 700 millones de pesos, de los cuales el 80 por ciento se irá a los estados y el 20 por ciento a municipios para infraestructura y programas ambientales.

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Video del discurso de Andrés Manuel ante el Congreso 2007/09/11

September 12th, 2007 Posted in Congreso, impuestos, pobreza, reforma fiscal No Comments »

Al igual que con el audio, gracias a los compas del Sendero del Peje por subir a la red el video con el discurso que ofreció ayer Andrés Manuel ante el Congreso. En GoogleVideo
Para verlo en Windows Media Player, ir aquí (página del Gobierno legítimo).

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Video del discurso de Andrés Manuel ante el Congreso 2007/09/11

September 12th, 2007 Posted in Congreso, impuestos, pobreza, reforma fiscal No Comments »

Al igual que con el audio, gracias a los compas del Sendero del Peje por subir a la red el video con el discurso que ofreció ayer Andrés Manuel ante el Congreso. En GoogleVideo
Para verlo en Windows Media Player, ir aquí (página del Gobierno legítimo).

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Audio del discurso de Andrés Manuel ante el Congreso 2007/09/11

September 12th, 2007 Posted in Carmen Aristegui, Congreso, impuestos, pobreza, reforma fiscal No Comments »

El compañero Juan Carlos, del Sendero del Peje, grabó el programa de Carmen Aristegui de ayer, con el discurso de Andrés Manuel ante el Congreso, y lo comparte con nosotros a través de la siguiente dirección:

http://www.sendspace.com/file/vrxb6y

Estúpidamente, la cadena de radio decidió interrumpir la transmisión para ir a comerciales, por lo que cortaron unos minutos del discurso. Pueden leerlo completo en este enlace.

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Audio del discurso de Andrés Manuel ante el Congreso 2007/09/11

September 12th, 2007 Posted in Carmen Aristegui, Congreso, impuestos, pobreza, reforma fiscal No Comments »

El compañero Juan Carlos, del Sendero del Peje, grabó el programa de Carmen Aristegui de ayer, con el discurso de Andrés Manuel ante el Congreso, y lo comparte con nosotros a través de la siguiente dirección:

http://www.sendspace.com/file/vrxb6y

Estúpidamente, la cadena de radio decidió interrumpir la transmisión para ir a comerciales, por lo que cortaron unos minutos del discurso. Pueden leerlo completo en este enlace.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Discurso del Presidente legítimo en el Congreso 2007/09/11

September 11th, 2007 Posted in Congreso, impuestos, pobreza, reforma fiscal No Comments »

Llama AMLO a legisladores del FAP a tomar acciones de resistencia civil pacífica, si se presenta la iniciativa de aumento a la gasolina
Sitio oficial del Gobierno legítimo de México
México, Distrito Federal
Martes 11 de septiembre de 2007
* Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en la reunión con legisladores del Frente Amplio Progresista, en el Salón Verde de la Cámara de Diputados

Diputadas y diputados del Partido de la Revolución Democrática, del Partido del Trabajo y del Partido Convergencia:

Compañeras, compañeros:

Amigas y amigos todos:

Este encuentro tiene el propósito principal de transmitirles, de manera directa, el sentir de muchos mexicanos de todas las clases sociales, pero fundamentalmente de los más humildes y pobres de México, ante la propuesta del gobierno usurpador de aumentar los impuestos al sector productivo y, de manera especial, ante la intención de subir el precio de la gasolina y del diesel.

Como ustedes saben, el fraude electoral del 2 de julio tuvo, entre otros propósitos, el mantener a toda costa la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 25 años en beneficio de unos cuantos y que ha resultado un verdadero desastre para la nación.

Es innegable que durante más de dos décadas la economía no ha crecido ni siquiera por encima del aumento de la población y, por lo mismo, no se han generado empleos.

Por el contrario, se han enajenado bienes de la nación, se han explotado de manera irracional los recursos naturales, se ha degradado el territorio, se ha desmantelado la planta productiva nacional, se abandonó el campo, se ha triplicado la deuda pública, se ha incrementado como nunca en la historia la desigualdad económica y social, y se ha empobrecido a millones de mexicanos.

A esto se suma el evidente deterioro de las instituciones, que han sido sometidas a los intereses de una minoría rapaz y se han alejado en lo esencial del mandato constitucional.

Por todas estas razones, después del fraude, millones de mexicanos decidimos llevar a cabo una transformación en todos los órdenes de la vida pública. Sostenemos que los graves y grandes problemas nacionales sólo podrán enfrentarse con cambios profundos en lo político, lo económico y lo social.

Con esta convicción estamos trabajando desde abajo y con la gente. Creemos que es posible llevar a cabo una renovación tajante de la vida pública, de manera pacífica, con una revolución de las conciencias, que afortunadamente ya se inició, y con mucha organización y participación ciudadana.

Pero al mismo tiempo que trabajamos en la construcción de una nueva República, nuestro movimiento ha decidido defender a los sectores productivos, la economía popular y el patrimonio de la nación.

En otras palabras, con una mano trabajamos en la organización para transformar la vida pública de México y con la otra defendemos al pueblo y a la nación, ante la voracidad de los potentados y sus testaferros.

En este marco se explica mi presencia en esta Cámara de Diputados. Vengo a expresar a nombre de muchos mexicanos, mujeres y hombres, nuestra inconformidad ante la pretensión del gobierno usurpador de aumentar impuestos.

Y también vengo a presentar ante ustedes, de manera respetuosa, una propuesta alternativa para obtener recursos sin dañar al sector productivo ni a la economía popular.

Desde la campaña sostuvimos que sin aumentar impuestos y sin mayor endeudamiento, es posible sacar a México del atraso en que se encuentra e impulsar el desarrollo del país. Como es sabido, nuestra propuesta, en esencia, consiste en terminar con los privilegios fiscales y en reducir el costo del gobierno a la sociedad.

Sobre esto último, partimos de un criterio básico: le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno. Esta situación ha llegado al absurdo de que el presupuesto, que es dinero de todo el pueblo, se destina casi de manera exclusiva a mantener a una especie de casta privilegiada, improductiva y corrupta.

Es como aceptar que existen dos Méxicos, dos mundos: el del pueblo que padece cada vez más por carencias, desempleo, salarios de hambre, pobreza y marginación, y el mundo de la burocracia privilegiada al servicio de la oligarquía.

No olvidemos que la enseñanza mayor del presidente Juárez y de los liberales de su generación consiste en que los funcionarios públicos no deben contar con fueros o privilegios, ni disponer del erario en forma irresponsable; los que gobiernan están obligados a conducirse sin ostentación ni derroche.

El servidor público debe ser sencillo y actuar con sobriedad y honradez.

En ninguna circunstancia, menos aun en situación de estancamiento económico, desempleo y empobrecimiento, los servidores públicos pueden disponer del presupuesto para obtener altos salarios, prestaciones, beneficios y comodidades. Por el contrario, estos recursos deben canalizarse a la atención de las necesidades apremiantes de la gente.

La austeridad no sólo es un asunto administrativo, sino de principios. La austeridad significa rigor y eficiencia, pero también justicia. No es concebible un gobierno rico con un pueblo pobre.

Por todas estas consideraciones, es inaceptable que el gobierno usurpador esté proponiendo aumentar los impuestos, cuando lo primero que debería hacer es reducir el oneroso gasto de la alta burocracia.

¿Con qué autoridad moral proponen aumentar el precio de la gasolina y del diesel, si un ministro de la Corte gana alrededor de 500 mil pesos mensuales; o si un ex presidente, como Carlos Salinas, nos cuesta casi 5 millones de pesos mensuales; o si a costa del erario se pagan 5 mil millones de pesos al año para el fondo de ahorro de los altos funcionarios; o si los sueldos de los más encumbrados burócratas del gobierno son de los más altos de mundo?

Se ha llegado a tanto en el manejo faccioso del presupuesto público que desde Fox hasta la fecha el gasto corriente aumentó en 75 mil millones de dólares, mientras que lo destinado a infraestructura y obra pública sólo se incrementó, en este mismo periodo, en mil 200 millones de dólares.

Un ejemplo: el Poder Judicial, en el 2000, tenía un presupuesto de 13 mil 300 millones de pesos y en 2007 es de 32 mil 800 millones de pesos; es decir, un incremento en términos nominales de 145 por ciento y en términos reales del 88 por ciento, sin incluir el donativo o especie de soborno que significó los 70 millones de dólares que recibió del dinero confiscado al ciudadano mexicano de origen chino.

Es más: la propuesta de reforma fiscal del presidente espurio −léase aumentos de impuestos− no sólo es injusta sino que significa golpear aun más al sector productivo del país.

Cualquier economista, con un poco de sentido común, sabe que nunca es aconsejable subir impuestos cuando la economía está debilitándose, porque lo único que se logra es provocar menos crecimiento y más desempleo.

Tomemos en cuenta que hay factores externos desfavorables por la crisis hipotecaria en Estados Unidos que afectan a la industria de la construcción y al crédito mundial.

Este año, la economía de México crecerá a la mitad de lo alcanzado el año pasado. Las remesas de los trabajadores migrantes que habían venido creciendo a una tasa del 15 por ciento anual, este año se han estancado; la producción manufacturera creció, el año pasado, en 5.5 por ciento y en lo que va de este año apenas se mantiene en 0.2 por ciento.

Reitero: una propuesta de aumento de impuestos en este clima económico es aberrante y técnicamente errónea, pues no sólo no atempera el impacto externo negativo, sino que agrava la tendencia recesiva de la economía y empeora las expectativas del sector productivo, causando así menor inversión y menos empleos.

Por eso, nos oponemos a que aumenten los impuestos a trabajadores, profesionistas y a comerciantes y empresarios dedicados al sector productivo.

Pero sobre todo, rechazamos rotundamente el aumento del 5.5 por ciento a la gasolina y al diesel.

Aquí quiero recordar que durante la campaña, imitando una propuesta nuestra, Felipe Calderón se comprometió a reducir los precios de la gasolina, el gas y la energía eléctrica. Sin embargo, como es un mentiroso vulgar, se ha esmerado en hacer exactamente lo opuesto.

En lo que va de este gobierno usurpador no sólo han aumentado los precios de estos energéticos, sino el costo de los principales alimentos de la canasta básica, como son: el fríjol, el huevo, la leche, el pollo y la tortilla, que han registrado incrementos en promedio de 38 por ciento, mientras el salario mínimo sólo aumentó en 3.9 por ciento.

Y, por si fuera poco, ahora Felipe Calderón está proponiendo a esta Cámara de Diputados aumentar aun más el precio de la gasolina y del diesel, lo cual desataría un aumento generalizado de precios y una mayor carestía.

Diputadas y diputados:

Seguramente, como ya lo están diciendo, nuestros adversarios van a decir que si no hay aumento de impuestos no se podrá financiar el presupuesto.

Por eso les propongo que impulsen, desde el Poder Legislativo, un programa de austeridad que permita, sin aumentar los impuestos, liberar fondos para el desarrollo del país y el bienestar de los mexicanos.

Nuestro planteamiento consiste concretamente en obtener ahorros en el presupuesto del orden de 100 mil millones de pesos.

En primer término, proponemos que los 22 mil millones de pesos que pretende recaudar el gobierno usurpador con el aumento en la gasolina y en el diesel, se obtengan de las siguientes partidas:

1. Que se ajuste a la baja la partida 1509 para reducir a la mitad las percepciones desde el presidente espurio hasta los directores generales adjuntos del Poder Ejecutivo Federal; que se reduzcan también a la mitad las percepciones de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia del Poder Judicial de la Federación y que, de la misma forma, se reduzcan a la mitad las percepciones de diputados federales y senadores. Con este ajuste se obtendría un ahorro de 10 mil millones de pesos.

2. Que se suprima la partida 1407 del Seguro de Separación Individualizada, que consiste en un fondo de ahorro especial para alta burocracia y que se estima para este año en 5 mil 60 millones de pesos.

3. Que se cancele la partida 1406 de Gastos Médicos Mayores, para atención en hospitales privados de la alta burocracia, que equivale a 2 mil 300 millones de pesos. ¡Que vayan al ISSSTE, para que vean lo que siente!

4. Que se cancelen las pensiones a ex presidentes que equivalen a 260 millones de pesos al año.

5. Que se elimine la entrega de bonos discrecionales de fin de año para los altos funcionarios públicos, que representa una erogación de 5 mil millones de pesos.

En suma, con sólo estos ajustes al gasto, no habría necesidad de aumentar el precio de la gasolina y del diesel.

Pero también sostenemos que podría llevarse a cabo una reducción mayor del gasto corriente que permitiera evitar el aumento de otros impuestos que afectarán al sector productivo.

Diputadas y diputados:

Para este ejercicio pongo a consideración de ustedes la experiencia y el conocimiento de especialistas en la materia del Gobierno Legítimo de México.

Subrayo: es posible llevar a cabo una profunda reestructuración del presupuesto nacional y una nueva orientación del gasto público.

Sabemos que hay mucho despilfarro en el manejo del presupuesto. Hay mucha tela de donde cortar.

Tenemos identificadas las partidas en dónde se pueden hacer ajustes sin afectar a los trabajadores de base ni los servicios que ofrece el gobierno a la sociedad.

Se trata exclusivamente de eliminar privilegios de la alta burocracia que, dicho sea de paso, es de las más costosas, atrasadas, corruptas e improductivas del mundo.

Asimismo les recuerdo que la propuesta del presidente espurio sólo afecta al sector productivo y a la mayoría de los consumidores nacionales. Es evidente que cumplió fielmente la máxima de que no se puede tocar al intocable.

Es decir, se grava al sector productivo de México, pero no se afecta a quienes usan la Bolsa de Valores para la especulación financiera. Tampoco combate las prácticas monopólicas que dañan la competitividad y obligan al consumidor mexicano a pagar precios exagerados por bienes y servicios.

Amigas y amigos entrañables:

Diputadas y diputados:

Como ustedes saben estoy recorriendo desde abajo todo el país. Me he propuesto visitar los 2 mil 500 municipios de México y hasta ahora llevo 780 municipios visitados.

En estas giras pueblo por pueblo, me reúno en las plazas públicas y establezco comunicación directa con la gente.

En mensajes de ida y vuelta, en diálogos circulares voy recogiendo los sentimientos del pueblo y cada vez es más patente la grave situación económica y social de la mayoría de la gente.

La actual política económica y el carácter antipopular del régimen ha cancelado el futuro de millones de mexicanos. Para muchos, la única forma de salir adelante es abandonar el país, porque millones de los que se quedan viven angustiados por la falta de empleo y no tienen para pagar la luz, el gas, el pasaje, ni para curarse ni para comer.

Por eso mismo me han pedido que les notifique que por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia se permita el aumento a la gasolina y al diesel.

Es por ello que, de manera respetuosa, les recomiendo que si este tema se llegara a tratar en esta Cámara, no vacilen en oponerse.

Pero no sólo se trata de que voten en contra, porque como todos sabemos, siempre hay enjuagues en las cúpulas del PRI y del PAN, y es probable que los diputados de estos partidos logren mayoría de votos para aprobar el aumento a la gasolina y el diesel.

De ahí que mi sugerencia respetuosa es que, como verdaderos representantes del pueblo, pongan en práctica, si es necesario, acciones de resistencia civil pacífica al interior de esta Cámara, hasta lograr que se retire dicha iniciativa.

No nos preocupemos tanto por lo que dirán nuestros adversarios y por la campaña en contra en los medios de comunicación, con honrosas excepciones.

Nosotros estamos bien con nuestra conciencia y lo vamos a seguir estando si siempre estamos bien con la gente, con el prójimo.

Nosotros sinceramente no queremos la violencia. Precisamente por eso no debemos permitir que se siga actuando de manera irresponsable, dejando sin salida a millones de mexicanos que quieren vivir en paz.

Además, no se puede permanecer indiferente cuando se está queriendo violar el principal principio de los derechos humanos, que es el derecho a la subsistencia, el derecho a la vida.

Estoy seguro que ustedes sabrán actuar a la altura de las circunstancias.

Les agradezco de todo corazón su presencia.

Muchas gracias.

Original post by Eratóstenes Horamarcada

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Discurso del Presidente legítimo en el Congreso 2007/09/11

September 11th, 2007 Posted in Congreso, impuestos, pobreza, reforma fiscal No Comments »

Llama AMLO a legisladores del FAP a tomar acciones de resistencia civil pacífica, si se presenta la iniciativa de aumento a la gasolina
Sitio oficial del Gobierno legítimo de México
México, Distrito Federal
Martes 11 de septiembre de 2007
* Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en la reunión con legisladores del Frente Amplio Progresista, en el Salón Verde de la Cámara de Diputados

Diputadas y diputados del Partido de la Revolución Democrática, del Partido del Trabajo y del Partido Convergencia:

Compañeras, compañeros:

Amigas y amigos todos:

Este encuentro tiene el propósito principal de transmitirles, de manera directa, el sentir de muchos mexicanos de todas las clases sociales, pero fundamentalmente de los más humildes y pobres de México, ante la propuesta del gobierno usurpador de aumentar los impuestos al sector productivo y, de manera especial, ante la intención de subir el precio de la gasolina y del diesel.

Como ustedes saben, el fraude electoral del 2 de julio tuvo, entre otros propósitos, el mantener a toda costa la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 25 años en beneficio de unos cuantos y que ha resultado un verdadero desastre para la nación.

Es innegable que durante más de dos décadas la economía no ha crecido ni siquiera por encima del aumento de la población y, por lo mismo, no se han generado empleos.

Por el contrario, se han enajenado bienes de la nación, se han explotado de manera irracional los recursos naturales, se ha degradado el territorio, se ha desmantelado la planta productiva nacional, se abandonó el campo, se ha triplicado la deuda pública, se ha incrementado como nunca en la historia la desigualdad económica y social, y se ha empobrecido a millones de mexicanos.

A esto se suma el evidente deterioro de las instituciones, que han sido sometidas a los intereses de una minoría rapaz y se han alejado en lo esencial del mandato constitucional.

Por todas estas razones, después del fraude, millones de mexicanos decidimos llevar a cabo una transformación en todos los órdenes de la vida pública. Sostenemos que los graves y grandes problemas nacionales sólo podrán enfrentarse con cambios profundos en lo político, lo económico y lo social.

Con esta convicción estamos trabajando desde abajo y con la gente. Creemos que es posible llevar a cabo una renovación tajante de la vida pública, de manera pacífica, con una revolución de las conciencias, que afortunadamente ya se inició, y con mucha organización y participación ciudadana.

Pero al mismo tiempo que trabajamos en la construcción de una nueva República, nuestro movimiento ha decidido defender a los sectores productivos, la economía popular y el patrimonio de la nación.

En otras palabras, con una mano trabajamos en la organización para transformar la vida pública de México y con la otra defendemos al pueblo y a la nación, ante la voracidad de los potentados y sus testaferros.

En este marco se explica mi presencia en esta Cámara de Diputados. Vengo a expresar a nombre de muchos mexicanos, mujeres y hombres, nuestra inconformidad ante la pretensión del gobierno usurpador de aumentar impuestos.

Y también vengo a presentar ante ustedes, de manera respetuosa, una propuesta alternativa para obtener recursos sin dañar al sector productivo ni a la economía popular.

Desde la campaña sostuvimos que sin aumentar impuestos y sin mayor endeudamiento, es posible sacar a México del atraso en que se encuentra e impulsar el desarrollo del país. Como es sabido, nuestra propuesta, en esencia, consiste en terminar con los privilegios fiscales y en reducir el costo del gobierno a la sociedad.

Sobre esto último, partimos de un criterio básico: le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno. Esta situación ha llegado al absurdo de que el presupuesto, que es dinero de todo el pueblo, se destina casi de manera exclusiva a mantener a una especie de casta privilegiada, improductiva y corrupta.

Es como aceptar que existen dos Méxicos, dos mundos: el del pueblo que padece cada vez más por carencias, desempleo, salarios de hambre, pobreza y marginación, y el mundo de la burocracia privilegiada al servicio de la oligarquía.

No olvidemos que la enseñanza mayor del presidente Juárez y de los liberales de su generación consiste en que los funcionarios públicos no deben contar con fueros o privilegios, ni disponer del erario en forma irresponsable; los que gobiernan están obligados a conducirse sin ostentación ni derroche.

El servidor público debe ser sencillo y actuar con sobriedad y honradez.

En ninguna circunstancia, menos aun en situación de estancamiento económico, desempleo y empobrecimiento, los servidores públicos pueden disponer del presupuesto para obtener altos salarios, prestaciones, beneficios y comodidades. Por el contrario, estos recursos deben canalizarse a la atención de las necesidades apremiantes de la gente.

La austeridad no sólo es un asunto administrativo, sino de principios. La austeridad significa rigor y eficiencia, pero también justicia. No es concebible un gobierno rico con un pueblo pobre.

Por todas estas consideraciones, es inaceptable que el gobierno usurpador esté proponiendo aumentar los impuestos, cuando lo primero que debería hacer es reducir el oneroso gasto de la alta burocracia.

¿Con qué autoridad moral proponen aumentar el precio de la gasolina y del diesel, si un ministro de la Corte gana alrededor de 500 mil pesos mensuales; o si un ex presidente, como Carlos Salinas, nos cuesta casi 5 millones de pesos mensuales; o si a costa del erario se pagan 5 mil millones de pesos al año para el fondo de ahorro de los altos funcionarios; o si los sueldos de los más encumbrados burócratas del gobierno son de los más altos de mundo?

Se ha llegado a tanto en el manejo faccioso del presupuesto público que desde Fox hasta la fecha el gasto corriente aumentó en 75 mil millones de dólares, mientras que lo destinado a infraestructura y obra pública sólo se incrementó, en este mismo periodo, en mil 200 millones de dólares.

Un ejemplo: el Poder Judicial, en el 2000, tenía un presupuesto de 13 mil 300 millones de pesos y en 2007 es de 32 mil 800 millones de pesos; es decir, un incremento en términos nominales de 145 por ciento y en términos reales del 88 por ciento, sin incluir el donativo o especie de soborno que significó los 70 millones de dólares que recibió del dinero confiscado al ciudadano mexicano de origen chino.

Es más: la propuesta de reforma fiscal del presidente espurio −léase aumentos de impuestos− no sólo es injusta sino que significa golpear aun más al sector productivo del país.

Cualquier economista, con un poco de sentido común, sabe que nunca es aconsejable subir impuestos cuando la economía está debilitándose, porque lo único que se logra es provocar menos crecimiento y más desempleo.

Tomemos en cuenta que hay factores externos desfavorables por la crisis hipotecaria en Estados Unidos que afectan a la industria de la construcción y al crédito mundial.

Este año, la economía de México crecerá a la mitad de lo alcanzado el año pasado. Las remesas de los trabajadores migrantes que habían venido creciendo a una tasa del 15 por ciento anual, este año se han estancado; la producción manufacturera creció, el año pasado, en 5.5 por ciento y en lo que va de este año apenas se mantiene en 0.2 por ciento.

Reitero: una propuesta de aumento de impuestos en este clima económico es aberrante y técnicamente errónea, pues no sólo no atempera el impacto externo negativo, sino que agrava la tendencia recesiva de la economía y empeora las expectativas del sector productivo, causando así menor inversión y menos empleos.

Por eso, nos oponemos a que aumenten los impuestos a trabajadores, profesionistas y a comerciantes y empresarios dedicados al sector productivo.

Pero sobre todo, rechazamos rotundamente el aumento del 5.5 por ciento a la gasolina y al diesel.

Aquí quiero recordar que durante la campaña, imitando una propuesta nuestra, Felipe Calderón se comprometió a reducir los precios de la gasolina, el gas y la energía eléctrica. Sin embargo, como es un mentiroso vulgar, se ha esmerado en hacer exactamente lo opuesto.

En lo que va de este gobierno usurpador no sólo han aumentado los precios de estos energéticos, sino el costo de los principales alimentos de la canasta básica, como son: el fríjol, el huevo, la leche, el pollo y la tortilla, que han registrado incrementos en promedio de 38 por ciento, mientras el salario mínimo sólo aumentó en 3.9 por ciento.

Y, por si fuera poco, ahora Felipe Calderón está proponiendo a esta Cámara de Diputados aumentar aun más el precio de la gasolina y del diesel, lo cual desataría un aumento generalizado de precios y una mayor carestía.

Diputadas y diputados:

Seguramente, como ya lo están diciendo, nuestros adversarios van a decir que si no hay aumento de impuestos no se podrá financiar el presupuesto.

Por eso les propongo que impulsen, desde el Poder Legislativo, un programa de austeridad que permita, sin aumentar los impuestos, liberar fondos para el desarrollo del país y el bienestar de los mexicanos.

Nuestro planteamiento consiste concretamente en obtener ahorros en el presupuesto del orden de 100 mil millones de pesos.

En primer término, proponemos que los 22 mil millones de pesos que pretende recaudar el gobierno usurpador con el aumento en la gasolina y en el diesel, se obtengan de las siguientes partidas:

1. Que se ajuste a la baja la partida 1509 para reducir a la mitad las percepciones desde el presidente espurio hasta los directores generales adjuntos del Poder Ejecutivo Federal; que se reduzcan también a la mitad las percepciones de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia del Poder Judicial de la Federación y que, de la misma forma, se reduzcan a la mitad las percepciones de diputados federales y senadores. Con este ajuste se obtendría un ahorro de 10 mil millones de pesos.

2. Que se suprima la partida 1407 del Seguro de Separación Individualizada, que consiste en un fondo de ahorro especial para alta burocracia y que se estima para este año en 5 mil 60 millones de pesos.

3. Que se cancele la partida 1406 de Gastos Médicos Mayores, para atención en hospitales privados de la alta burocracia, que equivale a 2 mil 300 millones de pesos. ¡Que vayan al ISSSTE, para que vean lo que siente!

4. Que se cancelen las pensiones a ex presidentes que equivalen a 260 millones de pesos al año.

5. Que se elimine la entrega de bonos discrecionales de fin de año para los altos funcionarios públicos, que representa una erogación de 5 mil millones de pesos.

En suma, con sólo estos ajustes al gasto, no habría necesidad de aumentar el precio de la gasolina y del diesel.

Pero también sostenemos que podría llevarse a cabo una reducción mayor del gasto corriente que permitiera evitar el aumento de otros impuestos que afectarán al sector productivo.

Diputadas y diputados:

Para este ejercicio pongo a consideración de ustedes la experiencia y el conocimiento de especialistas en la materia del Gobierno Legítimo de México.

Subrayo: es posible llevar a cabo una profunda reestructuración del presupuesto nacional y una nueva orientación del gasto público.

Sabemos que hay mucho despilfarro en el manejo del presupuesto. Hay mucha tela de donde cortar.

Tenemos identificadas las partidas en dónde se pueden hacer ajustes sin afectar a los trabajadores de base ni los servicios que ofrece el gobierno a la sociedad.

Se trata exclusivamente de eliminar privilegios de la alta burocracia que, dicho sea de paso, es de las más costosas, atrasadas, corruptas e improductivas del mundo.

Asimismo les recuerdo que la propuesta del presidente espurio sólo afecta al sector productivo y a la mayoría de los consumidores nacionales. Es evidente que cumplió fielmente la máxima de que no se puede tocar al intocable.

Es decir, se grava al sector productivo de México, pero no se afecta a quienes usan la Bolsa de Valores para la especulación financiera. Tampoco combate las prácticas monopólicas que dañan la competitividad y obligan al consumidor mexicano a pagar precios exagerados por bienes y servicios.

Amigas y amigos entrañables:

Diputadas y diputados:

Como ustedes saben estoy recorriendo desde abajo todo el país. Me he propuesto visitar los 2 mil 500 municipios de México y hasta ahora llevo 780 municipios visitados.

En estas giras pueblo por pueblo, me reúno en las plazas públicas y establezco comunicación directa con la gente.

En mensajes de ida y vuelta, en diálogos circulares voy recogiendo los sentimientos del pueblo y cada vez es más patente la grave situación económica y social de la mayoría de la gente.

La actual política económica y el carácter antipopular del régimen ha cancelado el futuro de millones de mexicanos. Para muchos, la única forma de salir adelante es abandonar el país, porque millones de los que se quedan viven angustiados por la falta de empleo y no tienen para pagar la luz, el gas, el pasaje, ni para curarse ni para comer.

Por eso mismo me han pedido que les notifique que por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia se permita el aumento a la gasolina y al diesel.

Es por ello que, de manera respetuosa, les recomiendo que si este tema se llegara a tratar en esta Cámara, no vacilen en oponerse.

Pero no sólo se trata de que voten en contra, porque como todos sabemos, siempre hay enjuagues en las cúpulas del PRI y del PAN, y es probable que los diputados de estos partidos logren mayoría de votos para aprobar el aumento a la gasolina y el diesel.

De ahí que mi sugerencia respetuosa es que, como verdaderos representantes del pueblo, pongan en práctica, si es necesario, acciones de resistencia civil pacífica al interior de esta Cámara, hasta lograr que se retire dicha iniciativa.

No nos preocupemos tanto por lo que dirán nuestros adversarios y por la campaña en contra en los medios de comunicación, con honrosas excepciones.

Nosotros estamos bien con nuestra conciencia y lo vamos a seguir estando si siempre estamos bien con la gente, con el prójimo.

Nosotros sinceramente no queremos la violencia. Precisamente por eso no debemos permitir que se siga actuando de manera irresponsable, dejando sin salida a millones de mexicanos que quieren vivir en paz.

Además, no se puede permanecer indiferente cuando se está queriendo violar el principal principio de los derechos humanos, que es el derecho a la subsistencia, el derecho a la vida.

Estoy seguro que ustedes sabrán actuar a la altura de las circunstancias.

Les agradezco de todo corazón su presencia.

Muchas gracias.

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