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July 16th, 2007 Posted in historia No Comments »
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July 16th, 2007 Posted in historia No Comments »
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July 11th, 2007 Posted in copa america, drama, historia No Comments »
Hace poco mas de un año el 24 de junio del 2006 jugaba México vs Argentina aquí una crónica:
El partido que nos toco a nosotros fue difícil de principio a fin. Vaya que seria polémico y esperado ese partido. Antes de que iniciara el mundial mi pronostico había sido que en octavos de final se jugaría México vs Argentina y así fue. Por que deseaba yo este encuentro? dos razones: Lavolpe y Guillermo Franco, uno técnico nacional argentino el cual vivió mas de 23 años en nuestro país, y que a pesar de ser el técnico nacional antes, durante y después en su cargo hablo mal de prensa,futbolistas y aficionados mexicanos, en ese orden. Irónicamente jugaría contra su país natal. Guillermo Franco argentino nacionalizado mexicano alguna vez declaro que el jugaría un mundial no importara con el país que fuera, Gambia,Argentina o México daba igual.
Por eso y por que se le cobijo mucho a este entrenador y jugador. Quería ver si tantas palabras podían ser hechos.
La respuesta fue no, los mexicanos como es costumbre en juegos duros, jugaron como nunca y perdieron como siempre,(casi filosofía Lavolpista) Franco ni siquiera jugo, se dice que algunos seleccionados mexicanos, hablaron para que este ni siquiera alineara o se le considerara entrar de cambio.
Mexico inicio bien y anoto el gol el mejor jugador de nombre y trayectoria actual, Rafael Marquez en un tiro libre de Pardo que prolongo Mendez de cabeza y remato casi barriéndose Rafa, golazo señores, nos hacia soñar. Pero en pocos minutos vino el empate de fea manera un auto gol de Borgetti que facturo Hernan Crespo en la cédula arbitral para , así terminar el tiempo reglamentario.
Los argentinos sudaban y ante la salida de la revelación mexicana Andres Guardado , las cosas se emparejaban, el partido era para cualquiera. Hasta que apareció un monstruo de gol en los tiempos extras Maxi Rodriguez anoto el mejor gol del mundial, en el peor momento para el Tri, prendió el balón de bolea en dos tiempos fuera del área, jamas lo volverá repetir. El vídeo con los goles del partido aqui. Un día triste para los mexicanos.
Lavolpe había prometido el quinto partido junto con otras cosas mas que no cumplió; por esto y la mala relación que llevo con gran parte de la prensa,jugadores y aficionados, seria su ultimo partido. De este juego Lavolpe salio beneficiado ya que llamo la atención de su propio país y de ahí se fue a Boca Juniors donde fracaso.
Se acabo la participación de México en Alemania, la mejor afición del mundo en este mundial, que gano por goliza, a donde quiera que fuéramos eramos queridos y teníamos la mejor fiesta y vibra. Si la mitad de esta entrara en juego seguro hubiéramos llegado mas lejos.
En el ultimo enfrentamiento de Copa América México salio victorioso. Hoy la situación es diferente, Argentina esta plagada de estrellas y México probablemente tenga en el campo de juego a el mejor jugador de la Copa América , a Nery Castillo. Aunque se sabrá de su participación solo unas horas antes.
México quiere romper la historia a su favor y sacarse una espinita clavada. Argentina tiene una sequía de 14 años sin ganar absolutamente nada y el ultimo titulo precisamente se lo gano a México en la Copa América Ecuador 1993 con marcador de , si , adivinaron 2-1. En esa época México debutaba en la Copa América ahora es para un pase a semifinales. Hoy La Semifinal que es la Final.
Ahora mas que nunca. México creo en ti!
Original post by Prismatico
July 2nd, 2007 Posted in historia No Comments »
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June 22nd, 2007 Posted in Chapo-Guzman, drogas, historia, pobreza, Reforma No Comments »
Lorenzo Meyer
Reforma
21 de junio de 2007
Lo torcido no son las búsquedas, sino las causas que conducen a esas salidas
Propuesta
Fue durante la presentación de un libro sobre migración que Carlos Monsiváis afirmó, tan contundente como desencantado, que hoy la única utopía del mexicano común y corriente consiste en abandonar el país para irse a trabajar, como documentado o indocumentado, a Estados Unidos.
La propuesta de Monsiváis resume de un modo brutal pero efectivo la tragedia de una sociedad nacional a la que la geografía y la historia, pero sobre todo la incompetencia y la corrupción de sus dirigencias, han terminado por hacerle ver como algo normal, inevitable e incluso deseable, que anualmente entre 450 mil y 600 mil de sus ciudadanos crucen subrepticiamente una frontera cada vez más hostil, vigilada y peligrosa. La utopía del mexicano emigrante parte de una base muy legítima: de su enorme disposición a aprovechar las condiciones que supone que hay en el país del norte para aquellos dispuestos a trabajar “en lo que sea” a condición de que el esfuerzo dé los frutos a que se aspira cuando se es joven y se está dispuesto a arriesgar mucho con tal de superar las enormes limitaciones que impone un sociedad como la mexicana, donde el crecimiento económico es magro y, sobre todo, donde cada vez es más claro que sólo los pocos tienen una oportunidad real de movilidad social.
En principio, una utopía genuina es tal justamente porque no existe pero es deseable. Como se recordará, en el origen el concepto se refería a una comunidad imaginada donde sus miembros coexistían en una relación perfecta y armoniosa entre ellos y con su entorno. La Utopía, esa isla que Tomás Moro imaginó en el siglo XVI, estaba sostenida por instituciones y por políticas que eran producto puro de la razón y del altruismo. En contraste, la utopía a la que se refirió Monsiváis es una bastante diferente; no tiene nada de relación perfecta y menos justa, pero pese a estar torcida o justamente por ello, está más cerca de la realidad y, en cualquier caso, funciona en el mismo sentido que la original: su existencia en la mente de millones de mexicanos a lo largo de más de un siglo es una motivación para actuar y una acusación indirecta a un estado de cosas insatisfactorio, contrario a la promesa de las élites políticas y económicas que desarrollaron y se beneficiaron del sistema de poder que hoy impera en México.
La Revolución Mexicana (1910-1920) tuvo, en principio, un elemento de gran pacto entre dirigentes y masa, que la hizo atractiva para esta última. En efecto, la lucha se presentó como un esfuerzo colectivo por hacer de México una comunidad muy distinta a la que existía en 1910. Se trataba de modificar al país para que el grueso de sus habitantes tuviera, por fin, una oportunidad real de desarrollar sus potencialidades como ciudadanos y trabajadores. Para eso se llevó adelante la reforma agraria, se nacionalizó el petróleo, se expandió la educación y la salud públicas y se dio forma y contenido al artículo 123, etcétera.
En la práctica, entre 1911 y 1920 la revolución tuvo una consecuencia no deseada: la salida hacia Estados Unidos en condiciones difíciles y a veces desesperadas de casi 900 mil mexicanos. Una de las más grandes figuras de la antropología y arqueología mexicanas, el doctor Manuel Gamio, buscó a algunos de esos migrantes y en un par de libros publicados en 1930 y 1931, condensó una invaluable, compleja, realista y conmovedora visión de los que habían abandonado al México en llamas para buscar su quimera personal en Estados Unidos (ver la edición preparada por Devra Weber et al, El inmigrante mexicano: la historia de su vida: entrevistas completas, 1926-1927, Segob, 2002).
Gamio mostró, con las propias palabras de los migrantes, que, entonces como ahora, su abandono de México obedeció no a un rechazo de lo propio sino a la mezcla de falta de oportunidades y miedo a la violencia con la imagen de una vida en un entorno ajeno pero promisorio. Algunos de los que se fueron lograron forjarse una vida y un futuro mejores, otros no. En todo caso, el trabajo de 10 o más horas diarias en la pisca, las ladrilleras, las vías del ferrocarril, la pavimentación, la construcción, las minas, la venta ilegal de alcohol e incluso la prostitución, fue duro y no bien remunerado. Particularmente difícil resultó la negociación y la inserción en el entorno social norteamericano de la época, donde la discriminación era moneda corriente aunque no general.
Entre los migrantes que Gamio nos develó, los hubo que ante el desvanecimiento de su utopía norteamericana elaboraron una nueva: la del retorno a México. Con la Gran Depresión, ese retorno fue obligado, al menos para unos 311 mil repatriados entre 1930 y 1933. Sin embargo, la idea de crear con y para ellos colonias agrícolas en México resultó un fracaso y un buen número regresó al norte: su búsqueda pareció tornarse en algo interminable.
La Segunda Guerra Mundial y el Programa de Braceros abrieron las puertas a 300 mil trabajadores mexicanos documentados y a muchos más sin papeles. Pasada la emergencia, el acuerdo perdió vitalidad hasta desaparecer, lo que no impidió que siguiera yéndose una parte de aquéllos con deseos de romper las trabas a su condición económica. Se calcula que entre 1961 y 1970, 454 mil mexicanos se marcharon del país en busca de futuro. Para el decenio de 1981-1990, les siguió una masa que se triplicó. En los 1990, la vigilancia del gobierno norteamericano hizo ya muy difícil el cruce de los indocumentados, pero ni eso impidió que la fuga continuara; en el quinquenio 1997-2002, los que se marcharon sumaron casi 2 millones y medio.
La otra utopía
El otro sueño de salvación individual de los mexicanos de las clases populares que buscan romper el círculo de hierro en que los mantiene el haber nacido fuera de la arena de los pocos que sí prosperan, es aún más trágico: el narcotráfico.
En México, la producción y comercialización de drogas prohibidas tiene una historia un poco más reciente que la migración. En el inicio, y como en el caso de la migración, por un tiempo el narcotráfico fue un fenómeno relativamente marginal en la vida mexicana, pero desde hace cuatro decenios los volúmenes de consumo en Estados Unidos aumentaron y esa actividad se expandió hasta llegar a tener un valor final que, a nivel global y según un cálculo de Naciones Unidas, es de más de 140 mil millones de dólares anuales. Otra estimación, muy conservadora, de la Casa Blanca, supone que de ese total las redes del narcotráfico mexicano reciben el 10 por ciento, equivalente a la mitad del monto de las remesas que envían los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
El narcotráfico como actividad es un asunto que implica no a millones sino únicamente a millares, pero sus efectos son desproporcionados. De manera aún más contundente que con los migrantes, este fenómeno aparece como una vía muy tentadora para jóvenes de origen popular, con pocas posibilidades de mejorar su condición original, pero con una determinación digna de mejor causa. Es en ese mundo ilegal donde buscan lograr un reconocimiento y una riqueza que ninguna otra actividad les puede ofrecer. El costo es altísimo, pero todo indica que sobran los dispuestos a pagarlo.
La utopía del narco queda perfectamente registrada en sus corridos. En Clave privada la lógica es impecable: “ya mucho tiempo fui pobre/ mucha gente me ha humillado/ empecé a ganar billetes/ las cosas están volteadas/ ahora me llaman patrón/ tengo mi clave privada”.
Reflexión
Es difícil, por no decir imposible, negar el aserto de Monsiváis. Con o sin documentos, salir hacia Estados Unidos para, mediante el trabajo a brazo partido, darle un nuevo significado a la vida, es hoy la dura pero razonable y única utopía de millones de mexicanos. Sin embargo, la elección más radical, y la más torcida, es la que han hecho los “Chapo” Guzmán de este nuestro mundo: la que ofrecen el narcotráfico y la violencia. Este camino demanda un precio altísimo para quien lo toma, pues significa chocar de frente en guerra sin cuartel no sólo con la estructura de poder nacional sino con la norteamericana, es decir, con la más fuerte del planeta.
Las utopías tergiversadas que hoy despiertan la imaginación de los mexicanos no son más que otros tantos reflejos y respuestas a unas realidades internas y externas aún más torcidas. Para superarlas, se necesitaría retornar a la esperanza colectiva, pero no sólo mediante el discurso oficial -ése es muy barato- sino a través de cambios efectivos en las injustas realidades económicas, sociales, políticas y jurídicas, pero los intereses creados son enormes, y es justamente ahí donde radica lo desesperante de la situación.
Original post by Eratóstenes Horamarcada
June 22nd, 2007 Posted in drogas, historia, pobreza, Reforma No Comments »
Lorenzo Meyer
Reforma
21 de junio de 2007
Lo torcido no son las búsquedas, sino las causas que conducen a esas salidas
Propuesta
Fue durante la presentación de un libro sobre migración que Carlos Monsiváis afirmó, tan contundente como desencantado, que hoy la única utopÃa del mexicano común y corriente consiste en abandonar el paÃs para irse a trabajar, como documentado o indocumentado, a Estados Unidos.
La propuesta de Monsiváis resume de un modo brutal pero efectivo la tragedia de una sociedad nacional a la que la geografÃa y la historia, pero sobre todo la incompetencia y la corrupción de sus dirigencias, han terminado por hacerle ver como algo normal, inevitable e incluso deseable, que anualmente entre 450 mil y 600 mil de sus ciudadanos crucen subrepticiamente una frontera cada vez más hostil, vigilada y peligrosa. La utopÃa del mexicano emigrante parte de una base muy legÃtima: de su enorme disposición a aprovechar las condiciones que supone que hay en el paÃs del norte para aquellos dispuestos a trabajar “en lo que sea” a condición de que el esfuerzo dé los frutos a que se aspira cuando se es joven y se está dispuesto a arriesgar mucho con tal de superar las enormes limitaciones que impone un sociedad como la mexicana, donde el crecimiento económico es magro y, sobre todo, donde cada vez es más claro que sólo los pocos tienen una oportunidad real de movilidad social.
En principio, una utopÃa genuina es tal justamente porque no existe pero es deseable. Como se recordará, en el origen el concepto se referÃa a una comunidad imaginada donde sus miembros coexistÃan en una relación perfecta y armoniosa entre ellos y con su entorno. La UtopÃa, esa isla que Tomás Moro imaginó en el siglo XVI, estaba sostenida por instituciones y por polÃticas que eran producto puro de la razón y del altruismo. En contraste, la utopÃa a la que se refirió Monsiváis es una bastante diferente; no tiene nada de relación perfecta y menos justa, pero pese a estar torcida o justamente por ello, está más cerca de la realidad y, en cualquier caso, funciona en el mismo sentido que la original: su existencia en la mente de millones de mexicanos a lo largo de más de un siglo es una motivación para actuar y una acusación indirecta a un estado de cosas insatisfactorio, contrario a la promesa de las élites polÃticas y económicas que desarrollaron y se beneficiaron del sistema de poder que hoy impera en México.
La Revolución Mexicana (1910-1920) tuvo, en principio, un elemento de gran pacto entre dirigentes y masa, que la hizo atractiva para esta última. En efecto, la lucha se presentó como un esfuerzo colectivo por hacer de México una comunidad muy distinta a la que existÃa en 1910. Se trataba de modificar al paÃs para que el grueso de sus habitantes tuviera, por fin, una oportunidad real de desarrollar sus potencialidades como ciudadanos y trabajadores. Para eso se llevó adelante la reforma agraria, se nacionalizó el petróleo, se expandió la educación y la salud públicas y se dio forma y contenido al artÃculo 123, etcétera.
En la práctica, entre 1911 y 1920 la revolución tuvo una consecuencia no deseada: la salida hacia Estados Unidos en condiciones difÃciles y a veces desesperadas de casi 900 mil mexicanos. Una de las más grandes figuras de la antropologÃa y arqueologÃa mexicanas, el doctor Manuel Gamio, buscó a algunos de esos migrantes y en un par de libros publicados en 1930 y 1931, condensó una invaluable, compleja, realista y conmovedora visión de los que habÃan abandonado al México en llamas para buscar su quimera personal en Estados Unidos (ver la edición preparada por Devra Weber et al, El inmigrante mexicano: la historia de su vida: entrevistas completas, 1926-1927, Segob, 2002).
Gamio mostró, con las propias palabras de los migrantes, que, entonces como ahora, su abandono de México obedeció no a un rechazo de lo propio sino a la mezcla de falta de oportunidades y miedo a la violencia con la imagen de una vida en un entorno ajeno pero promisorio. Algunos de los que se fueron lograron forjarse una vida y un futuro mejores, otros no. En todo caso, el trabajo de 10 o más horas diarias en la pisca, las ladrilleras, las vÃas del ferrocarril, la pavimentación, la construcción, las minas, la venta ilegal de alcohol e incluso la prostitución, fue duro y no bien remunerado. Particularmente difÃcil resultó la negociación y la inserción en el entorno social norteamericano de la época, donde la discriminación era moneda corriente aunque no general.
Entre los migrantes que Gamio nos develó, los hubo que ante el desvanecimiento de su utopÃa norteamericana elaboraron una nueva: la del retorno a México. Con la Gran Depresión, ese retorno fue obligado, al menos para unos 311 mil repatriados entre 1930 y 1933. Sin embargo, la idea de crear con y para ellos colonias agrÃcolas en México resultó un fracaso y un buen número regresó al norte: su búsqueda pareció tornarse en algo interminable.
La Segunda Guerra Mundial y el Programa de Braceros abrieron las puertas a 300 mil trabajadores mexicanos documentados y a muchos más sin papeles. Pasada la emergencia, el acuerdo perdió vitalidad hasta desaparecer, lo que no impidió que siguiera yéndose una parte de aquéllos con deseos de romper las trabas a su condición económica. Se calcula que entre 1961 y 1970, 454 mil mexicanos se marcharon del paÃs en busca de futuro. Para el decenio de 1981-1990, les siguió una masa que se triplicó. En los 1990, la vigilancia del gobierno norteamericano hizo ya muy difÃcil el cruce de los indocumentados, pero ni eso impidió que la fuga continuara; en el quinquenio 1997-2002, los que se marcharon sumaron casi 2 millones y medio.
La otra utopÃa
El otro sueño de salvación individual de los mexicanos de las clases populares que buscan romper el cÃrculo de hierro en que los mantiene el haber nacido fuera de la arena de los pocos que sà prosperan, es aún más trágico: el narcotráfico.
En México, la producción y comercialización de drogas prohibidas tiene una historia un poco más reciente que la migración. En el inicio, y como en el caso de la migración, por un tiempo el narcotráfico fue un fenómeno relativamente marginal en la vida mexicana, pero desde hace cuatro decenios los volúmenes de consumo en Estados Unidos aumentaron y esa actividad se expandió hasta llegar a tener un valor final que, a nivel global y según un cálculo de Naciones Unidas, es de más de 140 mil millones de dólares anuales. Otra estimación, muy conservadora, de la Casa Blanca, supone que de ese total las redes del narcotráfico mexicano reciben el 10 por ciento, equivalente a la mitad del monto de las remesas que envÃan los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
El narcotráfico como actividad es un asunto que implica no a millones sino únicamente a millares, pero sus efectos son desproporcionados. De manera aún más contundente que con los migrantes, este fenómeno aparece como una vÃa muy tentadora para jóvenes de origen popular, con pocas posibilidades de mejorar su condición original, pero con una determinación digna de mejor causa. Es en ese mundo ilegal donde buscan lograr un reconocimiento y una riqueza que ninguna otra actividad les puede ofrecer. El costo es altÃsimo, pero todo indica que sobran los dispuestos a pagarlo.
La utopÃa del narco queda perfectamente registrada en sus corridos. En Clave privada la lógica es impecable: “ya mucho tiempo fui pobre/ mucha gente me ha humillado/ empecé a ganar billetes/ las cosas están volteadas/ ahora me llaman patrón/ tengo mi clave privada”.
Reflexión
Es difÃcil, por no decir imposible, negar el aserto de Monsiváis. Con o sin documentos, salir hacia Estados Unidos para, mediante el trabajo a brazo partido, darle un nuevo significado a la vida, es hoy la dura pero razonable y única utopÃa de millones de mexicanos. Sin embargo, la elección más radical, y la más torcida, es la que han hecho los “Chapo” Guzmán de este nuestro mundo: la que ofrecen el narcotráfico y la violencia. Este camino demanda un precio altÃsimo para quien lo toma, pues significa chocar de frente en guerra sin cuartel no sólo con la estructura de poder nacional sino con la norteamericana, es decir, con la más fuerte del planeta.
Las utopÃas tergiversadas que hoy despiertan la imaginación de los mexicanos no son más que otros tantos reflejos y respuestas a unas realidades internas y externas aún más torcidas. Para superarlas, se necesitarÃa retornar a la esperanza colectiva, pero no sólo mediante el discurso oficial -ése es muy barato- sino a través de cambios efectivos en las injustas realidades económicas, sociales, polÃticas y jurÃdicas, pero los intereses creados son enormes, y es justamente ahà donde radica lo desesperante de la situación.
Original post by Eratóstenes Horamarcada
December 31st, 1969 Posted in England, historia, inglaterra No Comments »
“La corrida memorable de todos los tiempos, barrilete cósmico” frase de Victor Hugo Morales en la narración mas emotiva y genial sobre el mejor gol de todos los tiempos de un mundial.
23 años se cumplen hoy de esta hazaña realizada por el mejor jugador argentino , actual director técnico de la albiceleste.
El segundo gol que le realizo Diego Armando Maradona a los ingleses fue maravilloso todo mundo lo conoce, pero también hay que agradecerle a los británicos, ya que jugaron limpio y nadie fauleo al Pelusa, respetaron a su rival para así disfrutar ese gol.
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December 31st, 1969 Posted in historia No Comments »
Mañana juega Honduras contra EU, por eso me llamo atención esta memorabilia de Honduras en España 82
Recuerdo de la participación de Honduras en el Mundial España 1982.
El mundial tuvo como mascota a Naranjito y la pelota oficial fue la Adidas Tango España 82.
Los catrachos jugaron así Honduras 1-1 España , Honduras 1-1 Irlanda del Norte y Honduras 0-1 Yugoslavia.
El principal logro deportivo de Honduras ha sido el subcampeonato continental durante la Copa de Oro de la CONCACAF 1991.
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December 31st, 1969 Posted in argentinos, Carlos Tevez, final, historia No Comments »
¿Quien diría que la brujita Veron jugaría mejor en Estudiantes de La Plata que en Inglaterra, y que ademas fuera campeón de liga y Libertadores?
39 años después Los estudiantes gritaron y alzaron la Copa tal y como lo hicieron en 1968, ’69 y ’70.
Estudiantes 2 X 1 Cruzeiro no Mineirão pela final da Copa Libertadores 2009 – Fotos: Bruno Cantini / Esporte Press
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December 31st, 1969 Posted in convocatoria, directivos, historia, liga brasilera, noticias, polemica, trinidad y tobago No Comments »
Ayer fue 13 y hoy ya es viernes así esta nota tenia que salir en este espacio:
(EFE)
Sao Paulo.- La Policía Militar brasileña intenta impedir que los hinchas del Sao Paulo ingresen al estadio con máscaras del personaje ‘Jason’, de la saga cinematográfica ‘Viernes 13’ y apodo que por estos días se le ha dado al campeón brasileño.
Este jueves, las autoridades policiales y representantes del campeón brasileño estuvieron reunidos en la Cámara Municipal de la ciudad para llegar a un acuerdo después de que el último domingo decenas de hinchas fueron obligados a dejar las máscaras en las afueras del estadio Morumbí.
El concejal de la ciudad y superintendente del club, Marco Aurelio Cunha, y el comandante del Segundo Batallón de Choque de la PM, responsable por la seguridad en los estadios de la capital paulista, Almir Ribeiro, tuvieron la primera reunión para buscar un consenso.
Ribeiro comentó a periodistas que la PM quiere “identificar a los agitadores y si ellos están con los rostros tapados eso se dificulta. La máscara fomenta el anonimato y la violencia”.
Cunha, por su parte, argumentó que el equipo está dispuesto a “debatir” la medida, que considera “importante para la protección del hincha”, pero apuntó que los aficionados “no pueden ser blindados para su entretenimiento”.
El uso de la máscara partió después que un presentador de televisión se la puso durante un programa para referirse al “ataque devastador” del Sao Paulo, del que forman parte los goleadores Washington, Borges y Dagoberto.
La imagen que acompaña la nota es la de como hacer la mascara de Jason tricolor brasilera.
Original post by Prismatico