Édgar González Ruiz
Kaos en la red
28 de julio de 2008
El PAN, jerarcas católicos, empresarios y grupos conservadores, se oponen a la consulta popular sobre la privatización de Pemex
En su novela Los Perros de la Guerra, publicada en los años 70, el escritor Frederick Forsyth hablaba de un imaginario país africano del que se apoderaba un grupo de mercenarios para imponer a un gobierno títere, a gusto de una poderosa empresa extranjera que codiciaba una mina de platino ubicada en ese país.
En otras circunstancias y proporciones, es lo que está ocurriendo en nuestro país, donde el gobierno federal, de dudosa legitimidad, está promoviendo una supuesta “reforma energética” que busca en realidad entregar Pemex a las empresas extranjeras.
Para apoyar ese proyecto se unen los enemigos del pueblo: el PAN, al igual que grandes empresarios, jerarcas católicos y membretes ultraderechistas.
La derecha capitalina, la misma que en 2006 rechazó el recuento de los votos, se ha opuesto incluso al ejercicio democrático de la consulta popular del domingo 27 de julio, acerca de la llamada “reforma energética”.
Trampas del PAN
En 2006, el PAN se pronunció contra todo tipo de denuncias y protestas populares contra los procedimientos tramposos que usó en las elecciones para mantenerse en el poder, y que fueron desde la intervención ilegítima del entonces presidente Vicente Fox en las campañas hasta la propaganda sucia y toda una serie de trucos para ganar las elecciones: urnas embarazadas, rasurado del padrón, presiones laborales, etc.
Ahora, el PAN capitalino quiere usar estrategias de denuncia y protesta, pero a favor de los intereses económicos y contra los más necesitados, a los que el PAN no quiere dar siquiera la oportunidad de manifestarse en una consulta popular.
Aunque el PAN del Distrito Federal se abstuvo de participar en el proceso de la consulta ciudadana sobre la reforma energética convocada por el gobierno capitalino el día 27, desde la víspera comenzó a difundir masivamente por correo electrónico un anuncio en el que pide a la comunidad: “Ayúdanos a denunciar cualquier irregularidad que veas durante la consulta sobre la reforma energética” (La Jornada, 27 de julio de 2008).
En respuesta, algunas personas han difundido en internet denuncias contra los procedimientos tramposos del blanquiazul, en páginas donde se difunde la información arriba citada leemos mensajes como estos: “Señores y señoras del PRI y del PAN, yo tengo una denuncia que hacerles: quisieron callar al pueblo en la decisión sobre PEMEX, pero la fuerza de la razón, de la moral, de la historia y de la Constitución es mucho más que ustedes, y el pueblo sabrá ponerlos en su lugar”.
Otra persona, identificada como “Samuel Mendoza” denuncia: Otra irregularidad: ante la consulta, pan y circo: “… en mi pueblo (Apaxco, México) hubo una verbena organizada por el PAN, de esas en las que dan despensas, regalos y demás chucherías para embobar al pueblo. Así quieren callar y enajenar la voz del pueblo, con pan y circo”.
La ultraderecha contra el pueblo
Desde hace más de un mes, el grupo ultraderechista “Yo influyo”, que edita la página web del mismo nombre (www.yoinfluyo.com), ha estado tratando de desacreditar la consulta popular sobre la privatización de Pemex con argumentos legaloides y autoritarios.
Citando al Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), aducen, por ejemplo, que “En México una consulta pública no es válida, porque la Constitución marca que la soberanía deberá ejercerse por medio de los poderes de la Unión” y que “… el Instituto Federal Electoral (IFE) no está facultado por la ley para realizar consultas públicas, referéndum o plebiscitos…”.
Más aún, alegan que la consulta popular “vulneraría a las instituciones”, que de acuerdo con el sector privado deben limitarse a validar los proyectos derechistas. Según los empresarios, el pueblo debe conformarse con “los foros que actualmente se llevan a cabo en el Senado de la República”, porque “constituyen en sí mismos la consulta popular”.
El CEESP depende del Consejo Coordinador Empresarial, que a su vez ha estado apoyando activamente la privatización de Pemex, conocida eufemísticamente como la “reforma energética”.
Por su parte, Yo Influyo fue fundado hace unos años por Fernando Sánchez Argumedo y Rosa Martha (sic) Abascal de Arton, hija de Carlos Abascal, a imitación de la página ultraderechista española Hazte Oír.
Yo influyo difunde propaganda derechista de corte católico y empresarial, de tal suerte que su Comité Editorial incluye, además del mencionado Fernando Sánchez, a José de Jesús Castellanos, dirigente de grupos de extrema derecha y exdirector del periódico Nuevo Criterio, del Arzobispado, a Guadalupe Arellano, de la Asociación Nacional Cívica Femenina, Ancifem, conocido grupo filopanista, afín a Provida, y Carlos Astudillo, del grupo Fundice, que promueve la revisión de la historia con criterios católicos conservadores.
Entre los patrocinadores de Yo Influyo se cuentan poderosas empresas como Telmex, a través de la Fundación Telmex, bajo la influencia de Patricio Slim Domit, Galletas Marian, Té Laggs, la afianzadora Aserta Insurgentes (donde trabajó Carlos Abascal) y las constructoras GUTSA y SARE.
Patricio Slim Domit dice recibir instrucciones divinas para llevar a cabo su activismo político, pero también su padre, el pragmático empresario Carlos Slim, es partidario de la privatización de Pemex y desdeña la consulta popular sobre el tema.
Considerado el segundo hombre más rico del mundo, Carlos Slim se ha pronunciado por que se permita la participación de la iniciativa privada en Petróleos Mexicanos (Pemex) y ha considerado que Pemex debe operar “como cualquier empresa que permite la participación de capital privado”.
También ha desestimado la consulta ciudadana que el Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) realizaron el 27 de julio acerca de la llamada “reforma energética” y ha dicho que “…más importante que una consulta pública, fueron los debates sobre la reforma energética que organizó el Senado de la República…” (Agencia Proceso, 23 de julio de 2008).
Pero hay que considerar que muchos de los legisladores que toman esas decisiones no están interesados por el bienestar de las mayorías ni por el futuro del país, sino sólo por sus propios intereses, y hay que tener presente también la dudosa legitimidad de las elecciones del 2006 que llevó al poder a muchos de ellos.
Tradicionalmente, GUTSA ha apoyado a los grupos conservadores, mientras que SARE, una de las principales constructoras de México, se vio involucrada hace unos años en los negocios turbios de los Bribiesca.
En mayo de 2005, diputados federales de la Comisión que investigaba el caso de los hijos de la Marta Sahagún de Fox presentaron una denuncia contra Manuel Bribiesca por el presunto delito de falsedad en declaración, pues contrariamente a lo que éste había declarado, había entablado relaciones comerciales con la empresa SARE.
Además de difundir los planteamientos del CEESP, Yo Influyo abunda en artículos que defienden la privatización de Pemex y se oponen a la consulta popular sobre el tema, para lo cual recurren a la consabida retórica de estigmatizar como “populistas” a quienes discrepan de los proyectos del PAN.
Otro de los colaboradores de Yo Influyo es Guillermo Velasco Arzac, activo en la ultraderecha desde los años 60, como militante del MURO.
Velasco Arzac preside actualmente el grupo ‘Mejor Sociedad, Mejor Gobierno’, membrete que con millonarios financiamientos lanzó en abril pasado una campaña televisiva contra López Obrador, con motivo de la toma de la tribuna legislativa, medida de resistencia popular para impedir la privatización de Pemex.
A pesar de que cuentan con esos poderosos financiamientos, dicho grupo, que maneja la página web www.mejorsociedadmejorgobierno.org.mx, pide “donativos” para difundir su propaganda ultraderechista.
En los 90, Velasco Arzac fue uno de los fundadores de México Unido contra la Delincuencia, grupo que defiende la represión policiaca y el combate a la delincuencia, pero entendida desde una visión empresarial.
No obstante, ahora desde esa página, Velasco Arzac ataca ferozmente a Marcelo Ebrard, alegando que la consulta popular sobre la “reforma energética” es una “maniobra” del GDF para “distraer la atención” sobre el caso de la discoteca News Divine.
Desdeñando la opinión de los sectores populares sobre el destino del petróleo del país, Velasco Arzac señala en un boletín de prensa fechado el 23 de julio y que se difunde en esa página Web: “No necesitamos consultar a los que no dominan el tema, sino que los legisladores estudien la iniciativa de reforma energética, sopesen todo lo dicho en el debate, aprovechen la experiencia internacional, y decidan con carácter, con independencia, sin consignas…”.
El expresidente de Coparmex, el contador público Alberto Núñez Esteva, dirige otro de los grupos ultraderechistas defensores de la privatización, que es Sociedad en Movimiento (www.sociedadenmovimiento.org).
Al igual que otros personajes de ese sector, Núñez Esteva desdeña la opinión popular y ataca constantemente al sindicato de Pemex. Por ejemplo, hace unos días, además de criticar al sindicato petrolero, “pidió a los legisladores no dejarse presionar por las movilizaciones”. (Excélsior, 18 de julio de 2008).
Cabe recordar que en 2006, Sociedad en Movimiento defendió la imposición del PAN en las elecciones y atacó a la izquierda, incluso mediante spots televisivos. En agosto de 2006, Nuñez Esteva alegó que los mensajes que en ese tiempo difundía Sociedad en Movimiento en apoyo a la derecha en el poder “no representan gasto alguno…”, sino que “son gratuitos porque forman parte de los acuerdos con las televisoras, que como ellos, defienden los intereses de los ciudadanos”.
Según Esteva, contrariamente a los spots de Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, las manifestaciones de inconformidad popular contra el gobierno panista “no producen, no se comen ni generan riqueza o bienestar (para los empresarios); al contrario, se gasta y se paga, cuya factura recaerá en los más necesitados”.
Desde la Fe
Precisamente contra los más necesitados se ha manifestado una parte de la jerarquía católica al apoyar las iniciativas privatizadoras del gobierno federal, haciendo suya hasta la retórica panista para justificar el expolio de los recursos del país.
Por ejemplo, Desde la Fe, publicación del Arzobispado de México, ha estado adoptando esa posición. En un editorial titulado “La realidad exige soluciones”, publicado el pasado 6 de abril, atacaba directamente a la oposición y hacía propaganda a favor del gobierno de Calderón en lo referente a Pemex.
Leemos: “El gobierno federal comienza a responder a un plan estratégico de gran importancia frente a un tema que ha polarizado las opiniones y no encuentra salida: la reforma energética. Mientras algunos difunden mentiras, confundiendo a la ciudadanía, y otros más se muestran sin definición, jugando al oportunismo político de siempre, el gobierno ha decidido confrontar a todos con la realidad, presentando un diagnóstico sobre la empresa petrolera de México. Ante los datos contundentes, sólo queda una aceptación honesta de lo que es evidente para todos”.
“… La clase política debería dejar de lado las discusiones estériles y anacrónicas y buscar soluciones plurales para beneficio de México (es decir, de los millonarios). Ya es tiempo de que el priísmo deje de lado su oportunismo e indefinición de siempre y busque verdaderamente el bien de la nación. Ya es tiempo de que el perredismo abandone su política autodestructiva y mentirosa… La solución a nuestros problemas nunca se encontrará por el lado de la violencia y el chantaje, sino con la colaboración y el talento de todos, y a partir de la concordia…”.
Como se ha señalado: “Los obispos del episcopado mexicano y la Arquidiócesis Primada de México se han manifestado explícitamente a favor de la privatización de Pemex. Los señores del clero católico repiten con fe supersticiosa los argumentos demagógicos del gobierno de la derecha. Sin informarse debidamente, intervienen en política abiertamente contra la nación” (Con el clero hemos topado en www.fte-energia.org/sdp/bol102.pdf).
En abril pasado, luego de reunirse con Juan Camilo Mouriño, los prelados alegaban que la reforma no implica privatizar Pemex, que “es necesario tener la tecnología para sacar el petróleo de las aguas profundas” y que “las alianzas con otras naciones nos ayudarán”, repitiendo simplemente las consignas gubernamentales.
Tres meses después, y apenas a dos días de la consulta popular sobre la “reforma energética”, los obispos entregaron a la Presidencia y al Congreso un documento de nueve cuartillas, titulado El Petróleo para una vida digna de México, con su postura sobre ese asunto, pidiendo que la iniciativa privada participe en Pemex, según expuso el obispo de Nezahualcóyotl, Carlos Garfias Merlos (Excélsior, 25 de julio de 2008).
“No veo por qué se excluye a la iniciativa privada en algo que es necesario para el bien de la nación”, señaló, a su vez, el obispo auxiliar de México, Abelardo Alvarado.
Dicho pronunciamiento tuvo lugar luego de la reunión que sostuvo con Calderón el presidente de la CEM, Carlos Aguiar Retes, conocido por cierto como simpatizante de la derechista ODCA, encabezada por Manuel Espino.
Al mismo tiempo, los prelados, que suelen inducir a la feligresía a respaldar a la derecha, evitaron apoyar la consulta popular del domingo pasado y consideraron que la feligresía católica debe evaluar de forma responsable si participa en ese ejercicio o no.
“Si se tratara de elecciones, diríamos a todos los católicos vayan a votar, no dejen de votar, pero si se trata de esta consulta en estas circunstancias que cada uno se forme su propio criterio al respecto”.
Original post by Eratóstenes Horamarcada