Lo que hizo hoy Turquía, y en realidad lo que ha hecho a lo largo de esta Eurocopa, no tiene palabras.
Después del exquisito juego de Holanda, diría que ver a la selección turca ha sido lo mejor de esta edición de la Euro, en donde ha habido buenos juegos y hay buenos equipos, pero sólo estos dos países nos han hecho vibrar verdaderamente a los que no tenemos que ver directamente con las selecciones participantes.
Ya no están jugadores como Hakan Sukur, Okan Buruk o Umit Davala, que demostraron en el 2000 que la garra turca podría competir con la técnica de las selecciones grandes, pero ahora están jugadores como Nihat, Arda Turan o Tuncay Sanli, que han seguido con el legado.
Y es que el corazón les sobra a estos jugadores, que en las situaciones más difíciles logran sacar el resultado, cuando otros equipos estarían destrozados mentalmente.
Muchos dirán que lo que ha hecho hasta ahora Turquía en esta Eurocopa es pura cuestión de suerte, e incluso aseguran que Alemania los hará pedazos. Y talvez sea cierto, talvez Alemania termine con el sueño de los dirigidos por Fatih Terim, pero nadie podrá negar que esta selección, talvez el “patito feo” del certamen (por sus diferencias tan marcadas con el resto de los países europeos) nos ha hecho emocionarnos y algunos talvez hayan llegado a gritar los goles en los últimos minutos o segundos.
En lo personal, me volví admirador de esta selección en el 2000, y por eso es que recuerdo a esos grandes jugadores, incansables, que corrían ferozmente detrás de los rivales para robarles el balón en cualquier sector de la cancha e incluso ganándose tarjetas por su fuerte juego, pero al fin y al cabo terminé admirando su coraje a la hora de jugar, algo que de hecho se traslada a los aficionados, y más cuando juegan en casa, un verdadero infierno para los equipos que van a visitarlos.
Turquía está en semifinales al fin y al cabo, talvez con suerte, pero esa suerte que determina muchas veces el resultado en este bello deporte, y que los turcos saben usar al máximo para terminar vencedores cuando nadie se lo espera.
Talvez algunos se molesten por el título que les estoy dando (incluso pensaba poner “La Furia Roja es turca” pero prefiero evitar conflictos mayores con mis hermanos españoles), pero no podrán negar que se lo merecen por lo que han hecho.
Ojalá más selecciones y clubes jugaran así (los paraguayos son para mí los turcos de Sudamérica), pues hace falta en un futbol cada vez más mecanizado como el de hoy en día.
Saludos.
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