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Causa pena todo el drama que está viviendo Britney Spears. Un talento vencido por las relaciones adversas, por la fragilidad humana, por el sufrimiento inesperado, por la frustración familiar y por el poco compromiso con el verdadero sentido de la experiencia propia.

Como sabemos, hace menos de una semana Britney fue internada en la unidad psiquiátrica del Centro Médico de la UCLA y desde el momento que ingresó a dicho centro poco es lo que se sabe sobre ella; no se han filtrado fotos ni vídeos sobre su estancia en el Hospital. X17-OnLine ha tenido acceso a una fuente de confianza que ha revelado algunos detalles de la estadía de Brit en el centro de la UCLA.

Según la fuente, Britney permanece casi todo el tiempo en su habitación, la cual fue acondiciada exclusivamente pata ella, con cámaras de seguridad que vigilan cada uno de sus movimientos. Sólo tienen acceso a dicha habitación personas autorizadas por el cuerpo médico. En un exceso de profesionalismo, se ha filtrado la información de que ya se han suspendido a dos médicos por haber tratado de extraer documentos del historial clínico de la paciente. El padre de Britney sumamente afectado por lo que le sucede a su hija
Cuando Britney desea salir de su habitación, inmediatamente se ordena evacuar el lugar que Britney haya elegido. Esto en realidad suena a aislamiento, a Britney no se le permite tener contacto con otros pacientes del hospital, tampoco se ha permitido la visita de sus amigos y mucho menos de Sam Lufti, su manager o agente que era una especie de compañero alterno a Adnin Ghalib.

Según documentos difundidos por la corte Lutfi debe mantenerse alejado de Spears y dejar de acosarla. En una sección que detalla su hostigamiento, Lynne Spears dice que “el señor Lutfi drogó a Britney, ha cortado las líneas telefónicas de su casa y retirado los cargadores de su celular. Le grita. Alega controlarlo todo: al administrador de Britney, a sus abogados y a los guardias de seguridad de la entrada”. Buena parte de la declaración de seis páginas se refiere a la noche del 28 de enero, cuando Lynne Spears dice que fue con su marido y un amigo a la casa de Britney. Según la declaración, los guardias de seguridad sólo permitieron la entrada a Lynne Spears, quien dice que, al entrar, encontró a varios fotógrafos en la vivienda.

“Los paparazzi se reportaban con Sam y se dirigían a él con mucho respeto. Lo trataban como a un general”, añadió la madre de la estrella.

Relató que había ocurrido “un gran pleito” con Lutfi, y que su hija lloraba. “Sam le había dicho a Britney que era una mala madre, una basura y una prostituta, que se preocupaba más por Adnan, su novio actual, que por sus hijos, y que no merecía tenerlos”, dijo.

No estaba claro cómo se enteró Lynne Spears de los detalles del altercado. Señaló que Britney no estaba en casa cuando ella llegó.

“Britney regresó y se mostró muy agitada; no podía parar. Limpió la casa, se cambió de ropa varias veces y también cambió de ropa a sus tres perros en varias ocasiones. Britney me habló en un tono y un nivel de comprensión propios de una niña muy pequeña. Luego recogió una botella de píldoras, leyó la etiqueta y nos preguntó: ‘¿Qué significa insomnio?'”.

Según Lynne Spears, Lutfi le dijo: “Entérese de que yo controlo todo”, y añadió que él era quien daba los medicamentos a Britney. El cuestionado Sam Lufti, en sus mejores tiempos con Brit.
Sin embargo, Lufti ha declarado que se mantiene en contacto vía telefónica con Britney Spears y que ella no está contenta de estar en poder de su padre.

El padre de Britney, Jamie, dice en cambio que su hija lo llama constantemente y que incluso se ha molestado con él como una niña por no ir inmediatamente a verla pues estaba trabajando como Chef en los Super Bowl. Ha dicho que Britney piensa que Sam le ha robado vídeos personales de su casa.
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Vía: X17Online, Universal, socialitelife, TMZ