Derecha violenta contra resistencia pacífica
Por: Eratóstenes Horamarcada
El pasado viernes publiqué en este blog una breve introducción para la magnífica película Puente Llaguno, claves de una masacre, que documenta la historia de los sucesos que desembocaron en la muerte de 19 personas el 11 de abril de 2002 en Caracas, durante el golpe de Estado que urdió el sector más corrupto de la oligarquía político-empresarial venezolana, apoyada por Estados Unidos y coludida con mandos del ejército y la policía contrarios al presidente Hugo Chávez. Habrá que destacar –una vez más– que Chávez había sido escogido por su pueblo para conducir su destino político en una jornada electoral que gozó de toda la pulcritud que siempre hemos echado de menos los mexicanos en nuestras elecciones.
La oligarquía de aquel país, por supuesto, como la de cualquier lado, no siente ningún respeto por la determinación popular, e inoculó en una parte —por fortuna no muy grande— de la población el resentimiento, el odio y el temor, no sólo por Chávez, sino por la gente que lo apoya. Para sembrar ese odio y ese miedo, los empresarios y políticos venezolanos y extranjeros que sabían amenazados sus intereses por el gobierno nacionalista de Chávez, se valieron sobre todo de la televisión –que controlaban–, un poderoso medio de difusión no tanto de las ideas como de las emociones. Con un estilo de propaganda que no nos es desconocido en México, Radio Caracas TV encaminó en 2002 agresiva e irresponsablemente a los antichavistas hacia su propia destrucción. Siendo así, los poderes de Venezuela han resuelto en 2007 no renovar la concesión solicitada por RCTV para explotar el espectro radioeléctrico, propiedad de la nación, lo que ha atraído sobre el movimiento bolivariano la condena casi unánime de la derecha internacional, así como de uno que otro izquierdista despistado.
Nuestro modesto blog se cuenta entre las escasas voces que desde México apoyan la decisión soberana del Estado venezolano. El gobierno de Chávez no está censurando la libertad de expresión del antichavismo; no se está castigando a los dueños de RCTV por criticar al presidente, no se les está exigiendo rendir cuentas por sus mentiras ni por su silencio, ni por su programación boba o su mal gusto: dejó de renovárseles la concesión porque son criminales. A la vista de lo que hicieron, les fue bien, pues merecían, como mínimo, la cárcel.
Después de haber escrito el texto del viernes, recibí algunos comentarios de quienes vieron el documental; algunos no se relacionaban con el tema, pero en su mayor parte se manifestaron solidarios con el pueblo y el gobierno de Venezuela. El comentario que más me atrajo, sin embargo, fue precisamente uno, firmado por un tal Hecko, que no coincidía conmigo (con ese apodo, hasta me acuerdo de Geco Morfema, uno de los personajes de Andrés Bustamante; para que vean que también he sido televidente). Me permito insertarlo aquí el comentario tal cual apareció originalmente, con todo y su abuso de las mayúsculas. Y dice:
SON DE VERDAD INCREIBLES, BUSCANDO MAS INFORMACION ACERCA DEL CASO INVEROSIMIL DONDE EN PLENO SIGLO XXI BUSCAN CONTROLAR LOS MEDIOS DE COMUNICACION DE MANERA PRIISTA SETENTERA (POR LLAMARLO DE ALGUN MODO), ENCONTRARME CON COMENTARIOS DE PSEUDO INTELECTUALES APOYANDO EL CIERRE DE UNA TELEVISORA, POR NO SOLO NO APOYAR AL PRESIDENTE, SINO CRITICARLO POR ABUSON Y PREPOTENTE, SEÑORES, HAY QUE PENSAR LO QUE SE DICE, ¿QUE ESTAN USTEDES HACIENDO CON EL PRESIDENTE (AUNQUE LES ARDA) CALDERON? ¿QUE NO ES LO MISMO QUE LO QUE HIZO LA TELEVISORA CON HUGO CHAVEZ?, SEÑORES HAY QUE PENSAR CON LA CABEZA, NO CON LOS INTESTINOS, PORQUE SI USTEDES ESTUVIERAN EN VENEZUELA, ATACANDO AL PRESIDENTE DE VENEZUELA, LO MAS SEGURO ES QUE ESTE BUSCARIA LA MANERA DE CERRARLES SU BLOGSITO DE TERCERA, BIEN DIJERON LOS QUE LO DIJERON, CUANDO LOS INTELECTUALES PRETENDEN SER MAS, SE CONVIERTEN EN IGNORANTES DE SUS CONCIENCIAS Y LAS APORTACIONES QUE PUDIERON HACER SIRVEN MAS EN LA BASURA QUE EN LOS OIDOS. ADIOS!!!!
Deseo responderle a este lector. Hecko:
Pues no. Obviamente no es lo mismo tener a tu disposición una cadena de telecomunicaciones que un pequeño blog. En México, no se conectan a internet más de 20 millones de personas, incluyendo a quienes lo hacen desde algún cibercafé: eso representa menos de la quinta parte de la población. En cambio, prácticamente la totalidad de los mexicanos ve las telenovelas o el concurso Miss Universo. Además, ésos que se conectan a la world wide web difícilmente se interesan en leer blogs que aborden temas políticos; la mayoría utiliza internet para resolver tareas escolares, conversar en “chat” o “messenger”, competir en videojuegos, descargar música y películas, visitar páginas pornográficas o suscribirse a sitios donde se entabla amistad con otras personas o se inician romances pasajeros con ellas. Toma en cuenta, también, que la televisión, al igual que la radio o el mismo internet, es fuente, en primer lugar, de entretenimiento; son relativamente pocos los que se informan a través de los noticiarios de radio y televisión (por otra parte de muy baja calidad). Y, de cualquier modo, este pequeño grupo que ve los noticiarios sigue siendo mayor que el que accede a internet.
Me hace gracia la desmesura de tu comparación: Marcel Granier –presidente de RCTV– es inmensamente rico; ni en sueños sería capaz de imaginarme el poder que ha conquistado por medio de su fortuna. Pero hay una diferencia mucho más importante entre el magnate y nosotros, y es que en ningún blog de la resistencia obradorista se ha llamado a emplear la violencia en contra del gobierno usurpador de Felipe Calderón Hinojosa. Eso distingue nuestra resistencia, que hemos decidido sea pacífica, del comportamiento del monopolio de Granier. Y mira que argumentos no le faltarían a quien decidiera pasar entre nosotros de una actitud defensiva a una ofensiva: la alianza inmoral, y casi siempre ilegal, entre políticos e industriales monopolistas, o entre políticos y banqueros; la negativa a apoyar a pequeños y medianos empresarios; la ineficaz estrategia panista de combate al narcotráfico, condenada por Amnistía Internacional y demás organismos protectores de los derechos humanos; el espionaje de la ciudadanía, injustificable desde cualquier punto de vista; la intervención gubernamental en nuestras vidas privadas; la grosera preferencia que se le concede a una sola entre las muchas religiones que componen hoy el panorama espiritual de México; la sumisión a las órdenes de Estados Unidos; la corrupción y estupidez de quienes administran nuestros recursos más importantes, como el petróleo; la despreocupación por la ciencia y por los problemas ecológicos; el poco o ningún respeto por las formas de organización de las comunidades indígenas; la ceguera que desatiende la raíz de los conflictos en Chiapas y otros lugares; la irracional defensa de los tiranuelos de Oaxaca y Puebla; el desprecio por las condiciones de vida y de trabajo de obreros y campesinos, ejemplificado por las muertes de Pasta de Conchos, Coahuila, el 19 de febrero de 2006, o la del niño indígena que trabajaba para la compañía Agrícola Paredes en Sinaloa, crimen que sólo Andrés Manuel López Obrador y unos cuantos más se han atrevido a denunciar; sumemos a esto el desempleo, el subempleo, la inflación, la carestía, los bajos salarios, la desmejoría de la educación pública y privada…
O qué me dices de la discriminación y animadversión entre clases sociales, que no inventó el PAN pero sí estimuló como ningún partido había hecho antes en la historia de nuestro país.
Y qué tal si a todo lo anterior le añadimos la irritación que despierta en la gente más informada (y que tenga, además, algún sentido de la dignidad) ver y oír una propaganda constante en prensa, radio y televisión donde se denigra al único candidato presidencial que muestra interés en atacar el fondo de los problemas enumerados.
Un desesperado podría mencionar otros cien motivos, no menos importantes que éstos, que justificarían, en cierta medida, la destitución de Calderón por cualquier medio, hasta el más violento… Y debo decirte que si FeCal insiste en marchar “por el mismo camino“, se incrementarán los estallidos violentos durante el transcurso de este sexenio, con o sin obradorismo, con o sin APPO, con o sin EZLN. Porque no está en la APPO ni en el EZLN ni en el EPR ni en el PRD ni en la izquierda el germen del descontento popular. Lo que los panistas no pueden reconocer –ya que se niegan a realizar un examen autocrítico de la historia reciente de su partido– es que la indignación de los mexicanos se debe única y exclusivamente a las regencias de PRI y PAN. A la incapacidad de nuestros últimos presidentes de crear las condiciones políticas, legales y económicas que permitan una distribución más equitativa de nuestra riqueza. Al arrogante cinismo de la clase gobernante. A la escandalosa exhibición de sus corruptelas. Es sorprendente la confusión que reina en el pensamiento de los panistas desde que se convirtieron en gobierno, al grado que se han vuelto incapaces de distinguir entre el bien y el mal; Felipe Calderón es, precisamente, el ejemplo más dramático de este reino de confusión.
¿Por qué la indignación no se transformará en revolución? Decían los antiguos mexicanos que fuimos hechos de maíz; quizás eso explique nuestra sangre de atole.
Quizás a los mexicanos nos falte el sentimiento de solidaridad que sí tienen los venezolanos. Quizás nos falte la dignidad de los venezolanos. Quizás nos falte la fe, el calor de los venezolanos.
Al no vislumbrar –desde mi otero, al menos– condiciones, en el corto plazo, que den vida a una revolución, y no sólo eso, sino que definan el rumbo que seguiría el nuevo gobierno (y el nuevo pueblo) una vez que retorne la paz, sería de una enorme irresponsabilidad llamar ahora a un levantamiento armado. ¿A dónde iríamos?
La gravedad de los actos de RCTV la demuestran esas 19 muertes de bolivarianos y antibolivarianos que murieron sólo porque al idiota de Marcel Granier y a algunos militares felones se les ocurrió desafiar a un gobierno emanado del voto popular con tal que Venezuela no intentara corregir la ruta de desastre heredada por los gobiernos anteriores al de Chávez. Nosotros no estamos haciendo nada que se parezca a lo que hizo RCTV durante el golpe de Estado de 2002. Si buscas personajes mexicanos que se asemejen al pillo Granier, los encontrarás en el Consejo Coordinador Empresarial, no en la resistencia civil pacífica.
Paciente y tercamente, nosotros queremos creer que la democracia es posible en nuestro país y que se puede terminar con la falta de libertad y de igualdad sin derramar sangre, fraternalmente; el derramamiento de sangre no puede dejar de ser una forma de la injusticia, y ningún bien le hace a nuestra conciencia combatir la injusticia con injusticia.
Un día México abrirá los ojos. Pero tendremos que ser muy pacientes con nuestros hermanos menos dotados, como Hecko.
Voy a adjuntar otro excelente documental sobre Venezuela, “La señal es de todos“. Está largo, dura 1 hora, pero vale la pena verlo.
Algo más: no vuelvan a llamarme intelectual; ya me han dicho así varias veces y me caga las bolas, es peor que si me mentaran la madre. Ese adjetivito tal vez le guste a Leo sucker man, pero a mí no. Yo no soy un intelectual; soy un visceral.
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Original post by Eratóstenes Horamarcada
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