El IFE debe morir
Una purga sospechosa
Voces del periodista
1 de junio de 2007
Desde su arribo a la presidencia del IFE, Luis Carlos Ugalde inició una sospechosa purga de mandos -desde la Secretaría General hasta funcionarios distritales. En diciembre se separó la fiscalizadora Alma Granados. Esta semana dimitió el director de Análisis e Informes de Campaña (Dirección Ejecutiva de Prerrogativas), Roberto Álvarez. También lo hizo Rodolfo Vergara, director de la Unidad Técnica de Servicios de Información y Documentación. ¿Qué pasa ahí?
Por la abolición del fétido monstruo
Alfredo Jalife-Rahme
Columna Lupa política
Voces del periodista
1 de junio de 2007
Acaba de concluir el proceso electoral para elegir a un presidente en Francia, que resultó ser el candidato neoconservador Nicholas Sarkozy, con la participación de más del 85 por ciento, y en ningún momento apareció el nombre del equivalente del IFE en el país galo. La opositora socialista Segolène Royal aceptó el resultado en forma civilizada.
Pese a ciertas fallas en las boletas electorales en las recientes elecciones municipales en Gran Bretaña, donde sorprendió el nacionalismo escocés con su victoria en detrimento del partido laborista del primer ministro Tony Blair, quien tuvo que adelantar su salida para ceder el mando a Gordon Brown, en ninguno momento escuchamos o leímos la existencia del equivalente del IFE en Gran Bretaña.
Incluso en EU, plagado de fraudes electorales desde Florida hasta Ohio, nunca se escucha sobre la existencia de un equivalente del IFE acullá.
Entonces, ¿por qué en México, un país con severas carencias educativas y económicas, existe un monstruo electoral locuaz y exhibicionista que se ha constituido en “un Estado dentro del Estado”, en similitud a la autonomía aberrante de BANXICO, que operan de espaldas a la voluntad popular?
Está bien que el incipiente aprendizaje democrático en México necesite de cierta legitimidad que otorgue el árbitro electoral, pero desde el anterior “presidente-consejero” (una aberración semántica), José Woldenberg Karakowski, presuntamente vinculado a los intereses trasnacionales de Joseph-Marie Cordoba y su pelele Zedillo, el fétido IFE ha dañado más que beneficiado a la nación mexicana y a la democracia que pretende defender.
Basta recordar, para no meternos más en profundidades, que Woldenberg Karakowski dejó “pasar y dejó hacer”, de acuerdo a la usanza neoliberal, el “robo” del disco duro de la identidad de los empadronados mexicanos, que acabó en las manos del FBI y de la cleptomaníaca Choice Point, una compañía vinculada al nepotismo dinástico de los Bush (en particular Jeb, el crepuscular gobernador de Florida), dizque para proteger a EU y a México de los atentados terroristas de Al-Qaeda: el montaje hollywoodense diseñado por Baby Bush para controlar al mundo y en especial el petróleo ajeno desde Irak hasta las profundidades del golfo de México.
Baste también recordar que dos consejeros de Woldenberg Karakowski, el panista Lujambio Irázabal y la priísta empanizada Jacqueline Peschard Mariscal (hoy funcionarios del hilarante Instituto Federal de Acceso a la Información Pública) fueron a llevar sus conocimientos en fraudes electorales a Irak con el fin de avalar la imposición de un gobierno títere de EU, proceso que no sirvió para nada en el ensangrentado país y que ha sido rechazado por la mayoría de sus moradores.
El historial del panista Lujambio Irazábal es voluminoso, y no viene al caso profundizar ahora, pero baste citar solamente que es un presunto falsario, ya que nunca concluyó sus estudios de contador en el ITAM (¡obviously!) y fungió luego como “contador general” de una papelera (con eso que le gustan las boletas,los boletos y los billetes),además de analista político de BANAMEX. En otra ocasión, en Voces del Periodista, detectamos la alianza estratégica electoral en el IFE de Woldenberg y Ugalde con el grupo tuxpeño de los zedillistas Jesús Reyes-Heroles Gonzalez Garza, distinguido con el Premio Banamex de Economía (¿un auto-premio?), y Roberto Hernández Ramírez ex-director de Banamex subsidiado por el FOBAPROA/IPAB. ¿Por qué tantos ex funcionarios de Banamex pululan en el fétido IFE? ¿Por qué la obsesión de los tuxpeños Jesús Reyes-Heroles y Roberto Hernández Ramírez en controlar al IFE?
Sobre la priista, hoy empanizada, Peschard, baste solamente indicar sus vínculos con el estadounidense Centro Woodrow Wilson y el siniestro COMEXI, anteriormente presidido por el venezolano naturalizado mexicano Andrés Rozental Gutman (medio-hermano de Jorge Castañeda Gutman, el peor canciller en la historia de México).
Se ha dado un generoso equilibrio: el puesto del panista falsario Lujambio estaría diseñado para golpear a los enemigos de Fox y Marta Sahagún, y el de Peschard (nombrada por Felipe El Breve) para proteger al PRI empanizado. Su función se pudiera resumir en: transparencia para los enemigos y opacidad para los amigos.
Hasta aquí destaca que el IFE, en la etapa del cordobista-zedillista Woldenberg Karakowski, era un instrumento de EU a través del “NAFTA electoral” y de la plutocracia bancaria de Banamex, hoy en manos de Citigroup, sin contar su presunta colusión clandestina con el bushiano Choice Point y el FBI.
En una democracia respetable, estos breves datos serían más que suficientes para haber abolido de tajo al fétido IFE que ya destilaba olor a azufre desde Woldenberg Karakowski, lo cual se exacerba con la llegada arreglada del reyes-herolista Luis Carlos Ugalde Ramírez, quien practica la magia (no es broma) como hobby, a la mitad de la aciaga etapa de Fox, otro verdugo de la incipiente democracia mexicana.
Por decencia pública, no vamos a delatar la depravada vida privada de varios de los “consejeros electorales” del fétido IFE, lo cual arrojaría mucha luz sobre el resultado electoral del 2 de julio pasado, y que en un abordaje sicoanálítico de corte freudiano sería imprescindible porque confundieron su obscena vida privada con la función pública y púbica que puso a México al borde del precipicio. Nos centraremos únicamente en datos duros comprobables.
Que conste que tampoco vamos delatar lo abusivamente exorbitante en mantener a la bola de parásitos, llamados “consejeros-electorales”, sumados de su carísima burocracia de oportunistas, quienes en conjunto succionan el exagerado presupuesto del IFE (tres veces mayor a presupuesto del CONACYT para investigación y desarrollo), ni vamos a realizar comparaciones estadísticas del dispendioso IFE con los gastos electorales de otros países de mayores ingresos y de mejores resultados en la contabilidad democrática.
Porque el fétido IFE, más allá del fraude electoral, no solamente es excesivamente costoso para un país donde predomina la miseria, sino que resultó todavía más oneroso por haber fracasado en cumplir su labor primaria de impoluto árbitro imparcial y, peor aún, por haber puesto en peligro la paz social.
Ugalde, un economista del ITAM (¡otra vez el ineludible centro de adoctrinamiento neoliberal dependiente de los Chicago Boys!), fue jefe de gabinete del tuxpeño-zedillista Jesús Reyes-Heroles González Garza en la Secretaría de Energía, a quien luego acompañó en la embajada de México en EU como consejero político.
El pestilente “presidente-consejero” se ostenta como “miembro permanente” (sic) de una entidad que opera en la penumbra: COMDES (Consejo Mexicano para el Desarrollo Económico y Social) vinculado al BID y a UNETE cuyo “filántropo” es Max Schein, cuyo nombre figura en un libro muy comprometedor que mejor saltamos por salud mental.
En forma interesante, COMDES alardea a sus “socios (sic) estratégicos (¡super-sic!)” y varios de ellos erizan los cabellos: El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), El Foro Económico Mundial, Transparencia (¡como les gusta la palabrita a los más opacos del país!) Mexicana (que preside Federico, hermano de Jesús Reyes-Heroles, y cuya matriz fue financiada por la gasera texana corruptísima Enron), además de otras organizaciones “no-lucrativas” de características muy dudosas con sede en EU.
Se desprenden los nexos del “mago” Ugalde con el modelo neoliberal global, los hermanos tuxpeños Reyes-Heroles, con Max Schein (esta pista es única), y el Consejo Coordinador Empresarial que jugó un rol determinante en el resultado espurio del 2 de julio, y que nunca fue amonestado por el exhibicionista y locuaz IFE, que en su seno tiene a varios “consejeros electorales” formados en el ITAM, otros que fueron empleados de Banamex y hasta un anterior “enlace” entre el CCE y el Congreso, para cerrar su círculo presuntamente mafioso y vicioso.
Resumamos en corto: el fétido IFE, una de las entidades más locuaces y exhibicionistas del país (a diferencia de sus similares en otros países donde brillan por su silencio casi sepulcral), en la fase aciaga de Ugalde, en la que no existió ningún representante del PRD en forma anómala, tenía todos los dados y dedos cargados a favor de quien finalmente fue uncido presidente “legal”, pero sin legitimidad, contra vientos y mareas. También hay que reconocer que el PRD cometió errores estratégicos de maximalismo interno de parte de su bancada camaral durante la selección de los “consejeros electorales”, y que, por cierto, también se auto-goleó al haber pasado increíblemente en siete minutos la hoy impugnada Ley Televisa.
De entrada, por los intereses personales de la aplastante mayoría de sus consejeros electorales, el fétido IFE no cumplía los requisitos impolutos de un árbitro imparcial, sino, al revés, fue instalado, hoy ya se sabe con mayor profundidad, con el fin de imponer al único candidato que beneficia los intereses de las petroleras anglosajonas y españolas, así como de la insolente plutocracia local, en perjuicio de la mayoría hambrienta de México.
Nada más antidemocrático que el IFE de Ugalde, tanto por la composición desequilibrada de sus miembros como por sus exacciones disfuncionales que pusieron en riesgo de guerra civil a México.
No vamos a exponer los nexos comunicativos de uno de los principales dirigentes del fétido IFE con el gobernador de Sonora, el ingeniero Eduardo Bours Castelo, otro priista empanizado (se me susurra que es muy cercano al gobernador de BANXICO, el cordobista Guillermo Ortiz Martínez, y que fue rescatado de su quiebra empresarial por el UCABE, una variante del FOBAPROA/IPAB, por el cordobista Zedillo) cuya empresa familiar Bachoco, después de una decena de capturas seriadas y muy serias, parece dedicarse más al narcotráfico, mucho más expeditamente lucrativo que a la venta masiva de blanquillos.
¿Por qué el fétido IFE, que presume saberlo todo e indagarlo todo, no quiso entrarle al toro del financiamiento del narcotráfico para ciertos candidatos “por encima de toda sospecha”? ¿Por qué la protección a los amigos y la desprotección a los enemigos?
Lo real es que el fétido IFE del “mago” Ugalde, cuya ex esposa con la que solamente convivió siete meses es una de las principales colaboradoras de Felipe El Breve (además de ser la hija de un fanático zedillista), puede (y debe) ser el gran sacrificado, si es que todavía el agónico sistema político desea existir con un mínimo de decoro y de simulación democrática.
Después de la confesión de parte de los medievales antropófagos teocráticos Fox y Espino, y de la bomba de Madrazo Pintado sobre la “elección de estado” del 2 de julio, resulta ocioso ahondar más sobre el inmundo papel del IFE que manipuló la elección antes, durante y después del 2 de julio.
Cuando dos de los tres principales candidatos presidenciales del pasado 2 de julio, los tabasqueños Madrazo y AMLO, cuya suma arroja una mayoría orgánica real, fustigan la “elección de Estado” y/o el fraude electoral, queda deslegitimada la elección en forma perentoria y no queda más por discutir.
Cuando el principal verdugo de la incipiente democracia mexicana, el aparente desequilibrado mental Fox, cuyo padre es de origen texano y quien resultó mas bushiano que Baby Bush, confiesa que el 2 de julio “se desquitó” de AMLO, el fétido IFE quedó sepultado en la basura de la historia junto al Tribunal Federal Electoral que debió haber descalificado la elección para luego instalar a un “presidente interino”.
Pero como la historia no puede retroceder, siempre existen mecanismos compensatorios y pareciera que, más que “presidente legal” a carta cabal, Felipe El Breve está resultando ser el “presidente interino”, y lo mejor para México es que actúe de esa manera, como árbitro supremo (con todo y sus ostensibles defectos), para restañar las profundas heridas que dejó el proceso electoral viciado por los verdugos de la incipiente democracia mexicana: Fox y el fétido IFE que debe ser abolido para siempre como solicita un nada despreciable número de diputados para iniciar desde cero el proceso de democratización del país que tanto lo necesita para resucitar entre las cenizas de la mediocridad en que la sumió el fracasado orden neoliberal de un cuarto de siglo.
En forma ridícula, para pretender curarse en salud, el “mago” Ugalde, habla a destiempo, con más de un año de atraso, para arremeter contra el intervencionismo foxiano en las elecciones pasadas (otra causal para la anulación electoral), seguramente por indicaciones de su jefe máximo, el tuxpeño-zedillista Jesús Reyes-Heroles González Garza, con el fin de despresurizar el ambiente de Felipe El Breve y frenar al cada día más alocado Fox, quien resultó una patética marioneta de Marta Sahagún.
A unos días del primer aniversario del aciago 2 de julio, cuando planea la ominosa recesión económica en los cielos de EU que van a afectar como a nadie al “México neoliberal”, el país se está calentando de nuevo y una medida racional de refundación democrática pasa ineludiblemente por la extinción del fétido IFE, ya no se diga por su corolario: el encarcelamiento de sus “consejeros”, unos genuinos delincuentes electorales a quienes bajo ningún aspecto se puede (ni se debe) perdonar sus crímenes de lesa república mexicana, si es que se desea rescatar a la incipiente democracia de su naufragio y restaurar el orden político extraviado para iniciar una nueva etapa de odisea libertaria.
Original post by Eratóstenes Horamarcada
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