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Hace unas semanas iba caminando (y cavilando) cuando en una esquina, un pinche gorila como de 23 años, le armaba un gran desmadre y retaba a golpes a un viejecillo que había hecho alguna estupidez al volante; antier, afuera de mi casa un pendejo del mismo estilo del gorila de 23 años (que podrían formar una línea defensiva de cualquier equipo naquito de la ONEFA) se bajó de su microbus, se arrancó la camisetita, y retó a golpes al conductor de otro micro, que la neta estaba bien flaquito y era defendido por la chava que cobraba y los abucheos de sus pasajeros; hoy un compañero del trabajo me contó que durante dos días consecutivos, dentro del metrobus ha presenciado madrizas (que por cierto no son razón suficiente para que el chofer frene) que terminan con sangre y ropa rota; y hace un par de meses un imbécil tuvo la mala suerte de tirarle una patada a mi puerta del coche justo cuando yo iba abriéndola.

Me preocupa la ciudad, me preocupan la mala calidad de vida y el stress, me preocupa mucho que alguna de las personas que importan en mi vida un día se vea atrapada en alguna situación similar porque se le cerró a otro automóvil; pero lo que más me preocupa es: ¿qué van a hacer los bullies de las situaciones anteriores para evitar que cuando llegue un bully más ojete les deje una bala alojada en la cabeza?