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(Reuters) – Soldados iraquíes en el lugar donde ocurrió ataques de bomba en Ramadi, 30 dic 2009. El jefe de policía de la provincia occidental iraquí de Anbar fue destituido el jueves, día en el que las autoridades impusieron un toque de queda en su capital, Ramadi, tras los atentados en los que murieron 27 personas y resultó herido el gobernador provincial. La destitución del general Tareq Yusuf pareció reflejar las preocupaciones sobre la rampante violencia en el bastión sunita de Irak antes de las elecciones nacionales del 7 de marzo. Dos suicidas se inmolaron uno detrás de otro el miércoles cerca de la sede gubernamental de la provincia en Ramadi. REUTERS/Yasser Faisal

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