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Un día se me ocurrió agregar un correo de Hotmail que venia dentro de un “forward” , por la razón de que tenía una característica similar a mi correo, simplemente por eso, en fin que lo agregue, pasaron algunos días hasta que alguien empezó a usarlo:

Sandy.

Sandy hablaba poco, no tenia fotos en su display y las charlas eran más bien esporádicas, incluso sin interés.

De repente y por cuestiones quizá de ociosidad, se fue haciendo ciertos días mas común el platicar un poco, pero nunca nada más allá, incluso a veces le volvía a preguntar datos sobre ella, y siempre pasaba lo mismo.

Le daba tan poca importancia, a veces era con ella enojon y molesto, y no entendía como era que me soportaba, al final me di cuenta que era un “bombon” de niña, que soporto arrebatos, enojos, reclamos, criticas no se cuantas cosas más por MSN.

En fin, un día que me volvió a recordar que vive por Lindavista, a 10 minutos de mi casa, sin más ni más le dije que saliéramos, y ella no quería, nunca había conocido alguien por este medio, y de hecho ella apenas estaba aprendiendo a usar el MSN, nada que ver con un ocioso de Internet como yo.

Debido a todas estas cuestiones de que era tan “aguantadora” de mi sangrón, enojon y mal carácter por MSN, pensé que sería una niña quizá feita, lenta, ingenua, no se como explicarlo, un día me mando por fin una foto de ella, en una moto, y dije no se ve mal.

Sandy siempre fue linda, amable, buena onda, “soportadora”, había algo de ella que traspasaba lo frió que puede ser una charla por Internet, se me hacía poco creíble, así que…

Insistí por insistir, sin una razón, sin importarme que me dijera si o no, solo que si me decía que NO, la intención sería seguir molestando en que dijera que sí, solo por eso en general, era una insistencia casi molesta pensaría yo para vernos pero para ella no, soportaba eso y más , en fin que acepto que saliéramos un lunes, después del trabajo, en Plaza Lindavista, yo ese día no había rasurado ni muy bien, me puse un traje que siento me queda grande y pensé que algo pasaría y no la terminaría viendo, sin embargo a media tarde me hablo y me dijo que podría verme, incluso más temprano de lo acordado.

En fin que llegue a la hora, eran más de 20 minutos de espera y no llegaba, me marco de su casa y dijo que ya iba, y yo seguí esperando creo otros 20 minutos, estaba tan molesto.

En fin que a punto de buscar la salida entro una mujer, midiendo quizá 1.70 metros, con un pantalón de mezclilla ajustado, una blusa roja, sexy, linda, que dejaba sus hombros descubiertos, su cabello oscuro, largo ondulado, parecía mecerse con el viento y detenerse en el tiempo, yo, atónito, creía reconocerla, más no me atreví a decir nada, ella siguió su camino buscando, un par de chavos pasaron a su lado, se le quedaron mirando y uno le dijo al otro “ ¿no quieres un cafecito?” Al fin reaccione de mi aletargamiento y decidí seguirla, ya había avanzado varios metros y de repente venía de regreso, observe sus ojos, sus labios y su sonrisa, y le pregunte: ¿Eres tú?, ¿Eres tu Sandy?…

Continúa….