ISSSTE: ¿qué beneficios, señor Calderón?
La Jornada
16 de junio de 2007
Primeros. En 2004, Manuel Urbina -entonces subdirector general médico del ISSSTE- consideró que el déficit del fondo ascendÃa a más de 8 mil millones de pesos. A finales de 2006, Enrique Moreno Cueto -entonces director general del instituto- estimó que ese déficit “financiero” sumaba ya 15 mil 250 millones de pesos.
Luego apareció Miguel Angel Yunes, quien, con sólo dos semanas en el cargo, declaró que el fondo médico “empezó a registrar números rojos, por 5 mil millones de pesos” (14 de diciembre, 2006). Pero al apoyar en la Cámara de Diputados la iniciativa de “reforma” calderonista al ISSSTE presumió que esa “firme” propuesta venÃa acompañada de 8 mil millones de pesos sólo para ese fondo médico y a ejecutarse en una sola exhibición sexenal (16 de marzo).
Lamentablemente, el fraudulento “Seguro Popular” del foxismo -continuado por el cupular Programa Nacional de Desarrollo 2007-2012 de Calderón junto con su modalidad petit (seguro para los recién nacidos), a pesar de que este ultimo no dispone de recursos y se lo financia con los del “Seguro Popular”, sin que hasta el momento el presidente de la Comisión de Salud, el panista guanajuatense Ector Jaime RamÃrez Barba, se haya pronunciado al respecto- recibió sólo para el año 2007 la friolera de 26 mil millones de pesos, más de tres veces que el “regalito” que recibirá el ISSSTE ¡en todo el sexenio!
Fue entonces cuando, acosado por los amparos, movilizaciones y protestas contra su impuesta y cara “reforma” (vale 2 billones de pesos, igual a tres Fobaproas, igual a 25 mil millones de pesos adicionales anuales al presupuesto federal en el periodo 2008-2023), Calderón decidió meter las manos.
Con precipitación, falta de tacto hacia las profesiones que se desempeñan en el instituto y mucho desconocimiento, anunció un fantástico programa de 10 imposibles acciones para construir un nuevo ISSSTE y atender, en ¡90 dÃas!, aquello que los gobiernos priÃstas y panistas previos no han querido atender desde 1982 (18 de mayo).
Como era de esperarse, el fantástico “programita” calderonista fue inmediatamente calificado de “demagogia pura” y recibió respuesta por la pluma de las profesiones -aludidas pero no consideradas- que realmente conocen el penoso estado que le han reservado a los servicios del ISSSTE Zedillo y los directores generales que, con Fox y Calderón, representaron en ese cargo a Elba Esther Gordillo: González Roaro, Moreno Cueto y Yunes. El boletÃn informativo porta un provocativo tÃtulo: Las 10 mentiras de Calderón sobre un “nuevo” ISSSTE (Feescop-Zacatecas, CNTE).
Solo faltaba que, ya completamente desbordado, Yunes confirmara sin reparos la naturaleza eminentemente privatizadora de la “reforma” calderonista del ISSSTE: “el instituto podrÃa echar mano de la contratación de servicios privados para cumplir con las propuestas hechas por el Presidente”, sostuvo nerviosamente.
Pero para su director de Prestaciones Económicas, el tecnócrata Pedro Vázquez Colmenares, en ¡2009! el déficit del fondo médico, “que asciende a 6 mil millones de pesos anuales, quedará totalmente fondeado”.
Como Calderón y Yunes ya quemaron casi 30 de esos 90 “decisivos” dÃas, sin que se advierta mejora alguna, les quedan sólo 60 dÃas. ¿De qué otra fantasÃa se servirán ahora?
Segundos. La Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (que agrupa a mil 500 firmas) solicitó a la AuditorÃa Superior de la Federación auditar al Turissste debido a que realiza competencia desleal y sin claridad en la contratación de sus proveedores, fundamentalmente agencias y lÃneas aéreas.
La asociación observa que las cuotas de los trabajadores afiliados al ISSSTE se están empleando para financiar la compra de paquetes turÃsticos y boletos de avión sin cumplir con el impulso del turismo social. Hoy dÃa, el Turissste atiende a menos de 8 por ciento de los 11 millones de derechohabientes del instituto.
Cerca de 30 dependencias (Sedeso, IFE, SEP y hasta la Presidencia de la República), sostiene, contratan directamente a Turissste para los viajes de sus funcionarios -lo que viola el artÃculo 134 constitucional-, además de que presta servicios de mala calidad. Las pérdidas para agencias ya alcanzan 2 mil millones de pesos.
Terceros. De acuerdo con Mercer Human Consulting, en noviembre de 2006 México contaba con mil 652 planes privados de pensiones, que movilizan casi 240 mil millones de pesos, 46 por ciento de los cuales se ha puesto en marcha en los últimos cinco años.
De este universo, 72 por ciento de los planes privados son de “beneficio” definido, justo la modalidad que con su “reforma” Calderón les canceló -sin consultarlos siquiera- a 2.4 millones de trabajadores al servicio del Estado, forzándolos a migrar al sistema de cuentas individuales o de “contribución” definida. Sólo 28 por ciento de ellos son de “contribución” definida, como los que Calderón impuso ahora en el ISSSTE. La tendencia está, pues, bien clara. Pero, ¿por qué en el sector privado tampoco compran los “beneficios” que sólo Calderón le ve a las “contribuciones” definidas?
Los ejecutivos de Mercer tienen la respuesta: la clave está, sostienen, en que la comunicación de gobierno y empresas haga conciencia porque “existe una tendencia de migrar hacia los planes de contribución definida, pues la mayorÃa de las empresas comprenden que los planes de beneficio definido les significan altos costos”.
Justamente los “costos” que Calderón traslada a los trabajadores al servicio del Estado. Con su ya abollada “reforma” impuesta, Calderón y sus tecnócratas hacendarios transexenales pueden empezar a reconocerse en el espejo de la suerte que corrió la ley Televisa en la Corte.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
Original post by Eratóstenes Horamarcada
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