Putas y travesaños a 25 quetzales.
Ya llegué a Mérida. No tengo internet, estoy en un pinche ciber que aparte tiene aire acondicionado y es como estar en el paraiso.
Vivo en el centro, la calle en la que estoy es usada por los microbuseros para jugar carreritas y cada 5 minutos se oye el pinche camionazo, jijos de su madre. Despues de un rato te acostumbras e imaginas que es un rÃo fluyendo.
Viene el huracan, bueno, no para aca, a mi Ranchumal si le va a pegar en su madre. Wo, tengo toda mi vida viviendo ahi, me voy y a los 4 dÃas llega un huracán. Eso se llama suerte, chicos.
Original post by Miguel del Vailongo
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