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Hace unos días estábamos mi papá y yo, viendo la tele despues de comer. Le dejamos en el noticiero de Hechos Meridiano, por que a los 2 nos caga por igual pero nos encanta estar haciendo bilis. Hablaban del tema de moda, el pinche calentamiento global.

Mi papá empezó a hablar de que la raíz de ese problema es la sobrepoblación del planeta, derivando en la gran demanda de productos y servicios que por medio de industrias contaminan el ambiente, el excesivo consumo de hidrocarburos, mala distribución de los recursos y se echó un buen choro sobre eso. Fue raro, estaba platicando de un tema chido con mi papá. Lo mas cercano a algo asi, que había escuchado de el, fue cuando hicieron fiesta en la casa y (ebrio) insistía en que Chuchimán es extraterrestre, que la aureola es su casco espacial y cosas asi.

Pero el momento se fue a la mierda cuando dijo: “Hay que hacer algo como los escuadrones de la muerte de Sudamérica, que maten a los millones de vagos, drogadictos, delincuentes y toda la escoria que es inútil a la sociedad”. Algo mas mencionó acerca de seguir el ejemplo chino de limitar los hijos por familia. Pues obvio, mi alma hippie se sintió ofendido y ya mejor me callé. Jo, mi papá y sus ideas que oscilan peligrosamente entre la derecha y la izquierda.

Tengo una mejor idea, crearé una epidemia que se transmita por vía sexual, obligando a la gente a usar condón para que no se contagien y asi se reduzcan los índices de natalidad; los que no se protejan, tarde o temprano adquirirán la enfermedad y se van a morir, asi de paso acabamos con los mas idiotas; igual podemos correr el rumor de que es una enfermedad de homosexuales para que la gente corra aterrados de ellos y la comunidad LGBT comprendan que están mal, son pecadores y merecen ir al infierno. 3 pájaros de un tiro. Ya hasta se me ocurrió un nombre: SuperSIDA.

Ok, ok. Lo de “super” es opcional.