CAKE
Ayer después de quedar desolado con el final de la 3a temporada de Lost (y así me quedaré hasta enero que inicia la 4a) vi con Osita, el tercer largometraje dirigido por Sofia Coppola: Marie Antoinette.
Antes que otra cosa, quiero dejar claro que yo nunca, nunca, me dejo guiar por lo que opinan los profesionales (que procuro no leer ni oir hasta después de ver la película) y mucho menos por las opiniones muy personales de la gente. Ayer me quedó claro que es un acierto. Por ahí había oído que si ya se le acabó el truco a Sofia Coppola, que si la Dunst es re-mala actriz, que si el guión no está apegado a la historia, que si la, que si lo, que si lu.
La película, obviamente no es un documento histórico, es más bien es un poster de lo que debió de haber pasado en la vida de alguien que a los catorce años es negociada y prácticamente exiliada, para convertirse esposa del futuro rey de Francia (Delfín para los entendidos) que no era poca cosa (ni lo sería hoy). Es un relato de los excesos de la niña rubita y multimillonaria (¿Paris?), la desesperación de un pueblo que obtiene dignidad inventándole una vida (y opiniones acerca del hambre y los pasteles) y un rey que debería estar cascareando con los cuates en vez de escuchando consejos estúpidos; es un banquete de colores, sabores, texturas y lujos descomunales musicalizados por los Strokes, Siouxsie, Squarepusher, New Order y The Cure.
Es una película muy al estilo de Sofia Coppola, gente sola, arquitectura que devora y hombres pusilánimes (si no han visto Lost in Translation, ya tienen dos películas que rentar). Es rock, es party time, es opulencia que causa revoluciones…es Versalles.
Original post by Hugo Cahero Ortiz
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