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(Reuters) – Tony Blair llegó el lunes a Jerusalén para su primera visita como enviado internacional, con la esperanza de ayudar a poner fin a un conflicto de 60 años, desde que desde que Gran Bretaña entregó Palestina a judíos y árabes, los que siguen cruelmente enfrentados. ‘Misión Imposible’ es como los escépticos han bautizado ya el mandato del recién retirado primer ministro británico como enviado del cuarteto mediador en el conflicto, formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia. Foto: Pool/Reuters

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